Todos los días tomamos decisiones financieras importantes para nuestro futuro. A veces sin ni siquiera darnos cuenta estamos sentando las bases para nuestras dificultades o prosperidad financiera.
Es que nadie nos enseña a cuidar nuestras finanzas en la escuela y muchas veces tampoco en nuestra familia se habla del tema.
Por eso hoy quiero compartirte 4 decisiones financieras que podés empezar a tomar para mejorar tu situación financiera.
1. Empezá a invertir desde joven
Dicen que el mejor momento para empezar a invertir era ayer. El segundo es hoy. Es fácil desanimarse con la mala situación económica de Argentina y pensar que no vale la pena hacer el esfuerzo de invertir en un país como el nuestro.
Pero justamente en ese tipo de contextos, con gran pobreza e inestabilidad, cuando es más necesario que te conviertas en protagonista de tus finanzas. Y los beneficios de empezar a hacerlo desde joven son enormes.
Dejame que te lo muestre con un ejemplo.
Supongamos una persona que empezó a invertir USD 100 mensuales con 25 años y pudo seguir haciéndolo hasta los 35 años. Luego de esa edad no pudo realizar más aportes. Es decir, ahorró un total de USD 12.000 en 10 años, invirtiéndolo en el S&P 500 que tiene una tasa histórica de rendimiento del 9% anual en dólares.
Por otro lado, tenemos a una persona que entre los 25 y los 35 prefirió gastarse todo su ingreso y no invertir. Recién empezó a realizar aportes a los 35 años, pero en este caso pudo hacerlo hasta los 65 años. Es decir, ahorró un total de USD 36.000, el triple que la persona anterior.
¿Quién crees que tiene más capital al momento de jubilarse?
Como se ve en la tabla de arriba, sorprendentemente para muchos el impacto del interés compuesto hace que la persona que sólo hizo aportes hasta los 35 años se jubile con más capital que la que ahorró por 30 años. Con un tercio de los ahorros se terminó jubilando con un capital 50% mayor.
¿Cómo es posible esto?
Bueno, se debe al poder del interés compuesto, que hace que un pequeño aporte crezca de tal manera que si pasa suficiente tiempo invertido el crecimiento es asombroso. Por eso invertir desde joven es la mejor decisión que podés tomar.
Y si ya te pasó esa etapa de la vida, alentar a tus hijos o nietos a que lo hagan es un valioso aporte a su futuro. Lo mejor es que en la actualidad podés hacer este tipo de inversiones en pesos y desde Argentina a través de los Cedears, siempre estando informado y asesorado por un profesional.
2. Que tus gastos no crezcan a la misma velocidad que tus ingresos
Muchas veces la gente piensa que va a ahorrar más cuando gane más dinero. Pero esto es un error. Lo que suele ocurrir es que cuando ganás más dinero se produce lo que se conoce como “inflación del estilo de vida”.
Esto quiere decir que cuando tenés más ingresos, también sentís que tu estilo de vida debe ser más alto. Si antes te ibas de vacaciones a Carlos Paz o Mar del Plata, ahora no bajás de Miami. De golpe querés cambiar el auto todos los años y tener el último celular. Estas cosas son las que en muchos casos terminan haciendo que cuando logras una mejora en tus ingresos en realidad empeores tu situación financiera.
Para evitar esto, ponete el objetivo de ahorrar con el nivel de ingresos que tenés ahora. No hace falta esperar, sólo con voluntad podés empezar. Y si conseguiste una mejora económica, date un gusto sin exagerar, pero siempre haciendo números para que esa mejora no se convierta en realidad en una trampa que te haga estar peor que antes.
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3. No te endeudes, ni siquiera para invertir
Otra buena decisión es no tomar deuda para comprar cosas que no necesites. Es buena práctica evitar la deuda en general, incluso para invertir. Hay algo que se conoce como apalancamiento y es tomar un préstamo en la bolsa para comprar activos, apostando a que luego suban y con eso cancelar el préstamo.
Es algo en lo que mucha gente cayó durante el boom de las criptomonedas, donde no paraban de subir. Entonces parecía que tomando un préstamo podías ganar mucho más que invirtiendo sólo tu capital.
El tema es que esa estrategia sólo la pueden aplicar inversores expertos dado que es de altísimo riesgo. Podés perder todo tu capital rápidamente, en cuestión de horas. Por eso es que solamente debés invertir el capital que puedas arriesgar y ni un peso más, por más seguro que estés de tu idea de inversión.
4. Generá distintas fuentes de ingreso desde joven, pero evitando los esquemas piramidales
Diversificar tus fuentes de ingresos te dará tranquilidad. Desde tener trabajos extra como freelance hasta invertir en la bolsa pueden ser fuentes de ingresos adicionales a tu trabajo habitual, que te permiten generarte un capital para invertir.
Lo que sí no tenés que hacer es caer en esquemas piramidales en el afán de generarte dinero extra. Se trata de promesas de sistemas de trading milagrosos o ventas de productos de dudosa demanda que prometen que te vas a convertir en tu propio jefe y ganar millones pero que lo único que van a hacer es costarte tiempo y dinero.
Siempre tus fuentes de ingresos adicionales tienen que ser genuinas, aprovechando tus capacidades y conocimientos.
Cambiar el día a día de tus decisiones financieras tiene un poder enorme para transformar tu vida. Estos tips te ayudarán a orientarte en el camino de tus finanzas personales, potenciando tu capital.
Matías Daghero
Presidente de Closing Bell Advisors
Agente Asesor Global de Inversión CNV Matrícula 1.117
P.D.: Si te interesa recibir información de Finanzas Personales e Inversiones suscribite a nuestro Newsletter Gratuito Semanal haciendo clic aquí.
Disclaimer
Este reporte tiene el solo propósito de brindar información, y en él solo se vierten opiniones respecto de las cuales el usuario o cliente podrá estar o no de acuerdo. Este reporte no constituye una oferta o recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Asimismo, este reporte no tiene en cuenta los objetivos de inversión y/o la situación financiera de ninguna persona en particular, y por lo tanto los instrumentos mencionados en el mismo podrían no ser adecuados para su perfil de inversor. Los asesores financieros pueden ofrecer sus opiniones o perspectivas concernientes a lo apropiado de la naturaleza de determinadas estrategias de inversión; sin embargo, es finalmente el usuario o cliente el responsable último de las decisiones de inversión que adopta, debiendo estar tales decisiones basadas únicamente en sus circunstancias económicas, objetivos financieros, tolerancia al riesgo y necesidades de liquidez personales.
Las inversiones en activos financieros y otros productos conllevan riesgos, incluyendo la pérdida de capital significativa. Los riesgos incluyen, pero no están limitados a: riesgo de tasa de interés, riesgos de liquidez, de tipo de cambio y el riesgo específico de la empresa y/o sector.
Este documento contiene información histórica y prospectiva. Los rendimientos pasados no son garantía o indicativo de resultados futuros. Todos los precios, valores o estimaciones generadas en este reporte (excepto aquellos identificados como históricos) son con fines indicativos. Todos los datos y manifestaciones utilizados en este reporte (incluyendo, sin limitación, expresiones tales como «Comprar” /»Compra»/»Mantener»/»Venta»/»Vender», etc., en adelante las “Expresiones Bursátiles”) no deben considerarse como recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Las Expresiones Bursátiles son manifestaciones o expresiones de uso habitual en el mercado bursátil, que responden a estimaciones respecto a valores mínimos y/o máximos de un determinado papel o instrumento, por lo cual no pueden considerarse bajo ningún concepto recomendaciones o llamados a la acción de operar un determinado papel. Todo lo establecido en este reporte, está basado en fuentes que se consideran confiables y de buena fe, pero no implican garantía implícita ni explícita de su precisión y completitud.
Es muy común que quienes todavía no incursionan en el mundo de las inversiones se consideren personas conservadoras con sus finanzas personales. Te van a decir que no les gusta el riesgo y por eso no se animan a invertir en la bolsa.
Pero hay riesgos que están corriendo sin ni siquiera darse cuenta…
¿Por qué te digo esto?
Viendo la manera en que las personas manejan sus finanzas personales, podemos encontrar gente que vive al límite. Y eso es un gran riesgo para tus finanzas, más allá de en qué inviertas.
Lo peor de todo es que muchas veces no se dan cuenta de que ciertas conductas que tienen son de alto riesgo.
¿Cómo sé si estoy siendo demasiado arriesgado con mis finanzas personales?
Un presupuesto sin margen
Si te tomaste el trabajo de realizar un presupuesto, felicitaciones. Este es un primer paso que muchas personas omiten pero que resulta fundamental para organizar tus gastos en función de tus ingresos.
Un error común en ese sentido es hacer un presupuesto y dejar poco margen en ese presupuesto. Es decir, contar sólo los gastos que sabemos que sí o sí tenemos que hacer y olvidarnos de otros que también vamos a tener que hacer. Entonces, cuando surgen estos gastos nos saca de presupuesto y es porque dejamos poco margen.
Tené presente que acá no estoy hablando de que se te rompa el auto o el lavarropas. Esos son imprevistos. Para eso está tu fondo de emergencias y está bien que no los tengas contemplados en tu presupuesto mensual.
No, pensá en esa vez que tuviste que comprar un regalo de cumpleaños o que te excediste un poco en la compra del super de este mes por querer darte algunos gustos. Si estas cosas te sacan de presupuesto es que lo hiciste demasiado ajustado.
Una buena práctica en ese sentido es dejar un margen adicional para este tipo de cosas, de forma que no te saquen de tu planificación financiera. Ser un poco más pesimista cuando elabores tu presupuesto te va a dar más tranquilidad.
Dejá de endeudarte
Un riesgo que mucha gente suele correr en sus finanzas personales es tomar deuda para comprar cosas que no necesita. Sí, sé que está la inflación y esas 12 cuotas que dicen ser sin interés son muy tentadoras. Pero lo que muchas veces pasa es que terminamos comprando cosas que no podemos pagar y que en el fondo tampoco necesitamos.
La regla es que nunca tomes deuda para comprar cosas que no sean de primera necesidad. Mejor ahorrar e invertir hasta que puedas comprarlo. De esa forma, los mismos rendimientos de tus inversiones te van a permitir comprar más cosas, aprovechando mejor tu ingreso.
Un mes sin ahorrar es un mes perdido
Otra situación que suele ocurrir es que las personas, tengan o no presupuesto, siguen un estilo de vida que no les permite ahorrar todos los meses. Eso es un gran riesgo para tus finanzas y si estás en esa situación te recomiendo que revises tus gastos para poder acomodarte a ahorrar todos los meses.
Quizás eso signifique que tengas que hacer algunos cambios a tu estilo de vida, pero mientras antes te des cuenta de eso mejor para vos porque va a ser más fácil revertir la situación.
Lo que me lleva al siguiente punto:
No vas a tener jubilación
Los sistemas jubilatorios del mundo están quebrados. Y en Argentina la situación es aún peor. Sé que suena duro pero simplemente no podés contar con la jubilación estatal para vivir. Tenés que crear tu propia jubilación y la única forma de hacerlo es empezar a ahorrar.
Igual no alcanza con ahorrar, para tener una jubilación digna tenés que invertir. Si no sabés cómo empezar, un asesor profesional puede ayudarte a armar una cartera acorde a tus objetivos.
Muchas veces subestimamos los riesgos que estamos corriendo con el manejo de nuestro dinero. Una adecuada planificación financiera nos ayudará a protegernos de estos peligros y a aprovechar las oportunidades que existen para nuestro capital.
Matías Daghero
Presidente de Closing Bell Advisors
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Este reporte tiene el solo propósito de brindar información, y en él solo se vierten opiniones respecto de las cuales el usuario o cliente podrá estar o no de acuerdo. Este reporte no constituye una oferta o recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Asimismo, este reporte no tiene en cuenta los objetivos de inversión y/o la situación financiera de ninguna persona en particular, y por lo tanto los instrumentos mencionados en el mismo podrían no ser adecuados para su perfil de inversor. Los asesores financieros pueden ofrecer sus opiniones o perspectivas concernientes a lo apropiado de la naturaleza de determinadas estrategias de inversión; sin embargo, es finalmente el usuario o cliente el responsable último de las decisiones de inversión que adopta, debiendo estar tales decisiones basadas únicamente en sus circunstancias económicas, objetivos financieros, tolerancia al riesgo y necesidades de liquidez personales.
Las inversiones en activos financieros y otros productos conllevan riesgos, incluyendo la pérdida de capital significativa. Los riesgos incluyen, pero no están limitados a: riesgo de tasa de interés, riesgos de liquidez, de tipo de cambio y el riesgo específico de la empresa y/o sector.
Este documento contiene información histórica y prospectiva. Los rendimientos pasados no son garantía o indicativo de resultados futuros. Todos los precios, valores o estimaciones generadas en este reporte (excepto aquellos identificados como históricos) son con fines indicativos. Todos los datos y manifestaciones utilizados en este reporte (incluyendo, sin limitación, expresiones tales como «Comprar” /»Compra»/»Mantener»/»Venta»/»Vender», etc., en adelante las “Expresiones Bursátiles”) no deben considerarse como recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Las Expresiones Bursátiles son manifestaciones o expresiones de uso habitual en el mercado bursátil, que responden a estimaciones respecto a valores mínimos y/o máximos de un determinado papel o instrumento, por lo cual no pueden considerarse bajo ningún concepto recomendaciones o llamados a la acción de operar un determinado papel. Todo lo establecido en este reporte, está basado en fuentes que se consideran confiables y de buena fe, pero no implican garantía implícita ni explícita de su precisión y completitud.
Cuando compramos una inversión, siempre surgen dudas de cuándo es el momento de salir. Y ahí es cuando muchas personas se equivocan. Es común apresurarse a vender una inversión que está dando buenos resultados por miedo a que esto se revierta. Eso que te dicen que nadie se funde por tomar ganancias es mentira: todos se funden por tomar ganancias.
Warren Buffett suele decir que el mejor momento para vender una buena acción es nunca. Pero tampoco es que tengas que casarte con un activo para toda la vida. Lo de “hasta que la muerte nos separe” dejalo para el matrimonio.
Entonces, ¿cómo sé cuándo salir de una inversión?
El secreto que protege tus ganancias
Te anticipo que no te voy a hablar de un grafiquito mágico de la media de 200 ruedas. Eso mejor dejalo para los traders de corto plazo, que en un 97% de los casos no obtienen más que pérdidas de acuerdo con un estudio de Brasil que siguió a quienes intentaron vivir del trading. Eso simplemente no funciona, por mucho que te lo intenten vender en las redes.
Lo que sí funciona es pensarlo como dos ejes, uno objetivo (vinculado a la situación puntual de la inversión que estás realizando) y otro subjetivo (relacionado a la situación personal de cada uno).
El primero es cuando se produce un cambio en los fundamentals de la empresa, en su modelo de negocio y sus perspectivas a futuro. Es difícil darse cuenta de esto cuando una acción viene en la cresta de la ola, con un desempeño exitoso, pero su contexto se empieza a volver desfavorable.
En esos casos tener que salir sin mirar atrás. Que haya sido una buena inversión en el pasado no significa que lo sea en el futuro. Pensá por un momento en la cadena Blockbuster. En su momento era la principal red de videoclubes del mundo, pero su momento terminó con el surgimiento del streaming. Mató su negocio y no lo vieron hasta que fue muy tarde. Hoy la acción no vale nada.
Si sos muy joven y no te suena esa empresa, eso te lo dice todo. Lo mismo pasó con Blackberry, que en su momento fue líder del segmento smartphones hasta que la competencia la pasó por encima.
Esto es muy común en empresas vinculadas a la tecnología, que están muy expuestas a perder su lugar en el mercado en cualquier momento. Hoy tenemos a Netflix que cada vez genera más dudas porque cuando empezó su negocio era un océano azul, no había competencia. Hoy hay muchas plataformas de streaming, incluso algunas de pesos pesados como Disney, que tienen mucha espalda para hacerle frente.
También pasa que el potencial de algunos negocios se sobreestima por una situación puntual como pasó con Zoom. En la crisis de 2020 tuvo un gran auge llegando a valer casi USD 600.
Pero el boom de la virtualidad fue pasando y esta empresa tampoco pudo sostener las perspectivas que se habían generado a su alrededor. Hoy vale alrededor de USD 72, como se ve en el gráfico de abajo:
Fuente: TradingView
¿Y si el problema soy yo?
Hasta acá hablamos de qué pasa cuando el negocio de una empresa deja de ser prometedor y hay que vender esa acción.
¿Qué pasa si el negocio sigue igual, pero cambió mi situación personal?
Este es el caso de una persona que se retira, con lo que deja de generar ingresos. O estaba ahorrando para comprar su casa y ya alcanzó este objetivo, con lo que cambia su horizonte.
Bueno, en esos momentos hay que revisar su cartera de inversión para ver si la composición se ajusta a su nueva situación y objetivos. No hay inversiones que sean buenas para todo el mundo y en todos los momentos de la vida.
Si te cuesta decidir salir de una inversión que ya no es prometedora o que ya no se ajusta a tu perfil de inversión, un asesor profesional puede ayudarte a tomar la mejor decisión.
Saber cuándo vender una inversión es tan importante como elegir la inversión correcta. Encontrar el momento adecuado será muy productivo para tu capital.
Matías Daghero
Presidente de Closing Bell Advisors
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Las inversiones en activos financieros y otros productos conllevan riesgos, incluyendo la pérdida de capital significativa. Los riesgos incluyen, pero no están limitados a: riesgo de tasa de interés, riesgos de liquidez, de tipo de cambio y el riesgo específico de la empresa y/o sector.
Este documento contiene información histórica y prospectiva. Los rendimientos pasados no son garantía o indicativo de resultados futuros. Todos los precios, valores o estimaciones generadas en este reporte (excepto aquellos identificados como históricos) son con fines indicativos. Todos los datos y manifestaciones utilizados en este reporte (incluyendo, sin limitación, expresiones tales como «Comprar” /»Compra»/»Mantener»/»Venta»/»Vender», etc., en adelante las “Expresiones Bursátiles”) no deben considerarse como recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Las Expresiones Bursátiles son manifestaciones o expresiones de uso habitual en el mercado bursátil, que responden a estimaciones respecto a valores mínimos y/o máximos de un determinado papel o instrumento, por lo cual no pueden considerarse bajo ningún concepto recomendaciones o llamados a la acción de operar un determinado papel. Todo lo establecido en este reporte, está basado en fuentes que se consideran confiables y de buena fe, pero no implican garantía implícita ni explícita de su precisión y completitud.
Muchas veces me preguntan cómo hacer que el dinero invertido rinda más. Es que, con una inflación galopante, es más importante que nunca proteger tu capital y no perder oportunidades de ganar dinero.
La gente piensa rápidamente en buscar esa inversión ganadora, que otorga un rendimiento milagroso que le va a permitir darse esa vida de lujos y poco trabajo tan anhelada.
¿Cómo lo llevamos a la práctica?
Proteger tu capital rinde
Buscando mejores retornos mucha gente cae en esquemas de trading de corto plazo que prometen resultados milagrosos pero que lo más seguro es que te hagan perder tu capital. Incluso se hizo un estudio en Brasil que siguió a personas que hacían trading intradiario para intentar vivir de eso y se encontró que el 97% de las personas perdieron dinero con esa estrategia. Es más, las pocas personas que ganaron algo no superaron al salario mínimo, todo asumiendo un riesgo enorme.
Del mismo modo, si te ofrecen un rendimiento enorme sin riesgo, salí corriendo. Muy probablemente se trata de algún tipo de estafa disfrazada como inversión.
Entonces, ¿qué puedo hacer en concreto para ganar más dinero con mis inversiones y, al mismo tiempo, proteger mis ahorros?
Lo primero es crearte el hábito de invertir todos los meses. La realidad es que más allá de los retornos, en la primera etapa de conformación de tu patrimonio el mayor impacto lo vas a tener mejorando tu tasa de ahorro y usando ese dinero para armar tu fondo de emergencia. Esto es lo que denominamos cartera ahorro y debería ser el primer paso de todo inversor.
Es que no es lo mismo el dinero que podés necesitar para arreglar el lavarropas que el que tenés pensando guardar para tu jubilación y por eso no puede ser el mismo tratamiento el que le das. Para estos primeros ahorros se deben usar instrumentos líquidos y estables porque lo que estás buscando es tener tranquilidad ante cualquier imprevisto.
Cómo dar el salto a inversor
Si ya cumpliste con los primeros pasos de proteger tu capital y tener un fondo de emergencia, ya estás por delante de la mayoría de la gente. El siguiente paso es organizar tu ahorro con un plan de inversión sistemático.
Como se suele decir, gastar lo que te queda después de ahorrar y no ahorrar después de gastar. Porque las posibilidades de gastar son ilimitadas. Siempre va a aparecer algo nuevo para comprar. De ahí la importancia de tu plan inversión.
Si te surgió una emergencia o imprevisto, para eso está tu fondo de emergencia. Acá estamos hablando de invertir a largo plazo, y ahí es cuando el inversor paciente obtiene los mayores beneficios.
La bolsa en eso es como un casino al revés. Mientras más tiempo invertís, más chances tenés de ganar.
Abajo te muestro las probabilidades de ganar dinero invirtiendo en el índice S&P 500, que nuclea a las mayores empresas de los Estados Unidos, de acuerdo con el plazo de inversión:
Fuente: Forbes
Arriba se puede ver que, si invertís por un año, tenés un 75% de chances de obtener rendimientos positivos. Ya con 10 años, tenés un 95% de chances y en un horizonte de más de 15 años prácticamente no hay posibilidad de perder.
Si bien rendimientos pasados no garantizan rendimientos futuros, la realidad es que estamos mirando un historial de rendimientos de 100 años, que incluye guerras de todo tipo, pandemias y crisis económicas. Tené presente que estos rendimientos son para un inversor que fue paciente y no cayó en la trampa de vender en el medio de una crisis, cuando parece que se termina el mundo.
Justamente en esos momentos es cuando informarse y asesorarse hacen la diferencia. Estos rendimientos son invirtiendo en el índice, pero tu cartera debe conformarse de manera personalizada de acuerdo con tu horizonte y perfil de inversión. Es importante que no hagas ninguna inversión sin contar con esos conocimientos, no invertir en lo que veas en tele o escuchaste a un amigo, ya que invirtiendo de esa forma tus ahorros corren peligro.
Ganar más dinero con tus inversiones es posible si seguís unos simples pasos. Con esfuerzo y el acompañamiento adecuado podés hacer que tu capital rinda mucho más.
Matías Daghero
Presidente de Closing Bell Advisors
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Las inversiones en activos financieros y otros productos conllevan riesgos, incluyendo la pérdida de capital significativa. Los riesgos incluyen, pero no están limitados a: riesgo de tasa de interés, riesgos de liquidez, de tipo de cambio y el riesgo específico de la empresa y/o sector.
Este documento contiene información histórica y prospectiva. Los rendimientos pasados no son garantía o indicativo de resultados futuros. Todos los precios, valores o estimaciones generadas en este reporte (excepto aquellos identificados como históricos) son con fines indicativos. Todos los datos y manifestaciones utilizados en este reporte (incluyendo, sin limitación, expresiones tales como «Comprar” /»Compra»/»Mantener»/»Venta»/»Vender», etc., en adelante las “Expresiones Bursátiles”) no deben considerarse como recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Las Expresiones Bursátiles son manifestaciones o expresiones de uso habitual en el mercado bursátil, que responden a estimaciones respecto a valores mínimos y/o máximos de un determinado papel o instrumento, por lo cual no pueden considerarse bajo ningún concepto recomendaciones o llamados a la acción de operar un determinado papel. Todo lo establecido en este reporte, está basado en fuentes que se consideran confiables y de buena fe, pero no implican garantía implícita ni explícita de su precisión y completitud.
Muchas veces en mi actividad me preguntan en qué conviene invertir, si en inmuebles, en la bolsa o el negocio propio.
Siempre digo que si vas a una inmobiliaria te van a decir que pongas todo en inmuebles. En cambio, un agente de bolsa te va a decir que inviertas todo en la bolsa y un emprendedor te va a decir 100% en el negocio propio.
Entonces, ¿qué hacemos?
¿Por qué elegir?
Buscando ser objetivo, a mí me gusta siempre hablar de la ley de los tercios.
¿A qué me refiero con esto?
En finanzas hay una ley que aconseja poner un tercio de tu capital en inmuebles, un tercio en la bolsa y otro tercio en el negocio propio.
Pero para hacer eso, es importante entender qué aporta cada activo a tu cartera.
Empecemos por los inmuebles. Acá te hago la aclaración de que estoy hablando de comprar un inmueble con el objetivo de obtener rentas por su alquiler. No estoy hablando de gestionar un negocio de alquileres temporarios tipo Airbnb o de comprar un terreno para luego construir un inmueble buscando obtener una ganancia en su venta. En esos casos no se trata de invertir en inmuebles sino de inversiones de la tercera categoría, el negocio propio, ya que se trata en realidad de un nuevo emprendimiento que conlleva mayores riesgos y que debés gestionar para que tenga éxito.
Por ejemplo, si querés tener un inmueble para alquiler temporario, hay que buscar nuevos inquilinos todo el tiempo, gestionar el check in y check out de cada huésped, la limpieza y mantenimiento, que los servicios estén funcionando y que el equipamiento esté en buenas condiciones. Todo esto implica tiempo y costos, alguien se tiene que ocupar de eso, además de asumir riesgos por posibles deterioros o que el inmueble te quede vacío por un tiempo.
Claramente se trata de un nuevo negocio por lo que si lo estás pensando para la etapa del retiro sería como empezar una nueva carrera y no para quien busque un retiro tranquilo.
Ahora si comprás un inmueble para cobrar rentas de la manera tradicional, sí estaríamos hablando de un inversor que busca proteger el capital de manera pasiva. Si bien los inmuebles han tenido importantes caídas de su precio en dólares y la rentabilidad es muy baja, en torno al 2%, puede ser una opción para parte del capital de quienes se encuentran en la última etapa de su vida.
Ahora bien, empezar con este tipo de inversiones cuando aún sos joven puede perjudicar mucho tu patrimonio. ¿Por qué te digo esto?
La bolsa, un multiplicador poderoso para tus inversiones
Dentro de las opciones para tus inversiones, la bolsa puede considerarse el término medio: con mucho mayor potencial de rendimiento que el de los inmuebles, pero menor al del negocio propio.
Dejame que te lo muestre con un ejemplo.
Supongamos una persona que dispone de USD 100.000, pudiendo elegir entre invertirlos en un inmueble o en la bolsa.
Si consideramos que invierte en el índice S&P 500 que nuclea a las 500 mayores empresas de los Estados Unidos, se puede estimar un rendimiento del 9% anual, el promedio histórico de los últimos 100 años. Estamos hablando de los Apple, los Coca Cola, los Microsoft y los Mc Donald’s.
Esta persona que hubiera empezado con USD 100.000 tendría USD 109.000 al año invirtiendo en la bolsa versus USD 102.000 estimado con un inmueble. No parece una gran diferencia.
Pero, si miramos a un plazo más largo, el panorama es bien diferente. Debajo te muestro el capital final si hubieras invertido en inmuebles versus S&P 500 en diferentes plazos de tiempo:
Fijate que la diferencia a los 5 años ya es notoria, teniendo más de USD 40.000 adicionales invirtiendo en bolsa. Ni hablar a los 20 años, estamos hablando de una proyección del triple de capital. Y a los 30 años, un horizonte de tiempo muy relevante para quien piense en el retiro, con el inmueble no habrías llegado a duplicar el capital, mientras que con la bolsa hubieras superado el millón de dólares con creces.
Lo mejor de todo es que se puede acceder a invertir en este tipo de empresas en pesos a través de los Cedears, desde Argentina. Por supuesto que no te estoy diciendo que salgas corriendo a comprar Cedears. Se trata de una inversión que tiene volatilidad y es fundamental hacerlo de manera diversificada. Informarse y contar con el asesoramiento de un profesional puede ayudarte a aprovechar las ventajas de la bolsa para tu cartera.
Capitán de tu propio barco
La última opción sería el negocio propio. Esta la opción que posee el mayor potencial para tu patrimonio, pero también es la que tiene los mayores riesgos. Con un emprendimiento propio podés perder todo tu capital o incluso más si tomaste deudas. En las otras inversiones es muy difícil que tu capital se vaya a cero si te asesoraste adecuadamente. Pero este es un riesgo muy real para un empresario.
Los datos demuestran que las mayores fortunas del mundo se hicieron a través de la creación de una empresa. Son los Mark Zuckerberg, los Jeff Bezos y Bill Gates que todos conocemos. Pero también muchos quedaron en el camino. Por eso es por lo que no aconsejo poner todo tu capital en esta opción, por más fe que le tengas a tu idea de negocios.
Un inversor paciente arma su camino aprovechando todas las opciones a su alcance y diversificando de manera inteligente.
La sabiduría de la ley de los tercios nos otorga importantes enseñanzas para nuestras finanzas.
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Las inversiones en activos financieros y otros productos conllevan riesgos, incluyendo la pérdida de capital significativa. Los riesgos incluyen, pero no están limitados a: riesgo de tasa de interés, riesgos de liquidez, de tipo de cambio y el riesgo específico de la empresa y/o sector.
Este documento contiene información histórica y prospectiva. Los rendimientos pasados no son garantía o indicativo de resultados futuros. Todos los precios, valores o estimaciones generadas en este reporte (excepto aquellos identificados como históricos) son con fines indicativos. Todos los datos y manifestaciones utilizados en este reporte (incluyendo, sin limitación, expresiones tales como «Comprar” /»Compra»/»Mantener»/»Venta»/»Vender», etc., en adelante las “Expresiones Bursátiles”) no deben considerarse como recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Las Expresiones Bursátiles son manifestaciones o expresiones de uso habitual en el mercado bursátil, que responden a estimaciones respecto a valores mínimos y/o máximos de un determinado papel o instrumento, por lo cual no pueden considerarse bajo ningún concepto recomendaciones o llamados a la acción de operar un determinado papel. Todo lo establecido en este reporte, está basado en fuentes que se consideran confiables y de buena fe, pero no implican garantía implícita ni explícita de su precisión y completitud.
No hay argentino que no haya pensado en jubilarse cobrando rentas de inmuebles. Es más, hay gente que calcula cuántos departamentos debería tener al momento de su jubilación para vivir de los alquileres.
Es que al igual que el fútbol, la inversión en ladrillos está en el ADN de los argentinos.
Nuestra herencia cultural nos lleva a pensar que los ladrillos son tuyos y nadie te los va a sacar. Entonces, en un país de corralitos y pesificaciones, no parece haber mejor forma de obtener rentas para quienes buscan asegurarse su retiro.
Pero ¿es esto así?
Los inmuebles, por el piso
Aunque esté el sueño de vivir de rentas de los alquileres, los números demuestran que esa renta es cada vez más baja.
Es que, a pesar de que los inmuebles han tenido una fuerte caída en dólares, los alquileres tampoco se quedaron atrás. Es cada vez menos negocio tener un inmueble para alquilar.
Si todavía te quedan dudas, abajo te comparto los datos de la consultora Reporte Inmobiliario, que es lo más reconocido del país en materia de inmuebles, con la rentabilidad bruta anual por alquiler de departamentos usados en Ciudad de Buenos Aires durante el mes de diciembre 2022:
Sí, viste bien, apenas un promedio de 3,32% bruto anual. Y a eso hay que restarse los gastos de mantenimiento del inmueble y considerar riesgos de que te congelen el valor del alquiler o de que te lo ocupen y pierdas tu propiedad.
Estos no son temas menores en un país con la inseguridad jurídica de Argentina. Se calcula que la rentabilidad neta (después de gastos) en promedio estaría en aproximadamente 2,50%.
Pero lo que a muchos los frena para salir de esta pésima inversión es sentir que no tienen alternativa. Si vendo un inmueble, ¿qué hago con la plata?
¿Cómo potencio mis dólares?
No es que tenés que vender el inmueble y guardar los dólares abajo del colchón. Esto es una mala decisión. Lo que tenés que hacer es dar el paso de convertirte en inversor y poner ese dinero a trabajar.
El mercado de capitales tiene excelentes alternativas para inversores amantes de los dólares y la estabilidad. Quienes quieran tener un flujo mensual en dólar billete pueden acceder a las Obligaciones Negociables, que son deuda de empresas que pagan en dólar billete. Se puede acceder a las mismas desde Argentina, en pesos y con montos muy bajos, mucho menores a los que te llevaría comprar un inmueble.
Si bien no hay inversión exenta de riesgo, se trata de empresas consolidadas, con una larga trayectoria de cumplir con sus obligaciones. Acá no te estoy hablando de invertir en bonos emitidos por el Estado argentino, que claramente es otro el riesgo.
¿Cómo funcionan las Obligaciones Negociables? Una vez que realizás la compra de las mismas, los cobros de renta de intereses se acreditan automáticamente en tu cuenta comitente, permitiéndote hacerte de dólares sin firmar ninguna declaración jurada. Al vencimiento, te pagan el capital también en dólares. Pensalas como un departamento, pero en el que tenés el precio de venta asegurado en dólares.
Para que lo veas mejor, supongamos una persona que quisiera complementar su jubilación con una renta mensual de USD 300.
Abajo te muestro cuánto capital necesitaría de forma estimativa en cada alternativa de inversión:
Ahí vemos que con invirtiendo en inmuebles necesitaría gastar aproximadamente USD 144.000 para llegar a obtener ese flujo de ingresos, y con los riesgos que te mencioné antes. No es nada fácil para el ahorrista promedio.
En cambio, con las obligaciones negociables de Telecom e Irsa, en el rango entre USD 44.000 y USD 50.000 podría lograr su objetivo, teniendo en cuenta los rendimientos actuales. Y lo mejor de todo es que podría acceder a armarse esa nueva fuente de rentas empezando con montos muy bajos. Con $ 10.000 ya podés acceder a comprar algunas de las obligaciones negociables que están en el mercado. No hace falta esperar a juntar el capital que necesitarías para comprar un departamento.
Por supuesto que siempre en cualquier caso tenés que informarte y asesorarte antes de realizar cualquier inversión. Un asesor profesional puede ayudarte a armar una cartera de obligaciones negociables que se ajuste a tus objetivos.
Lo importante es poder salir de esa inercia de sentirse atrapado en una inversión que no rinde y sacarle provecho a tu capital. Tu futuro te lo agradecerá.
Matías Daghero
Presidente de Closing Bell Advisors
Agente Asesor Global de Inversión CNV Matrícula 1.117
P.D.: Si te interesa recibir información de Finanzas Personales e Inversiones suscribite a nuestro Newsletter Gratuito Semanal haciendo clic aquí.
Disclaimer
Este reporte tiene el solo propósito de brindar información, y en él solo se vierten opiniones respecto de las cuales el usuario o cliente podrá estar o no de acuerdo. Este reporte no constituye una oferta o recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Asimismo, este reporte no tiene en cuenta los objetivos de inversión y/o la situación financiera de ninguna persona en particular, y por lo tanto los instrumentos mencionados en el mismo podrían no ser adecuados para su perfil de inversor. Los asesores financieros pueden ofrecer sus opiniones o perspectivas concernientes a lo apropiado de la naturaleza de determinadas estrategias de inversión; sin embargo, es finalmente el usuario o cliente el responsable último de las decisiones de inversión que adopta, debiendo estar tales decisiones basadas únicamente en sus circunstancias económicas, objetivos financieros, tolerancia al riesgo y necesidades de liquidez personales.
Las inversiones en activos financieros y otros productos conllevan riesgos, incluyendo la pérdida de capital significativa. Los riesgos incluyen, pero no están limitados a: riesgo de tasa de interés, riesgos de liquidez, de tipo de cambio y el riesgo específico de la empresa y/o sector.
Este documento contiene información histórica y prospectiva. Los rendimientos pasados no son garantía o indicativo de resultados futuros. Todos los precios, valores o estimaciones generadas en este reporte (excepto aquellos identificados como históricos) son con fines indicativos. Todos los datos y manifestaciones utilizados en este reporte (incluyendo, sin limitación, expresiones tales como «Comprar” /»Compra»/»Mantener»/»Venta»/»Vender», etc., en adelante las “Expresiones Bursátiles”) no deben considerarse como recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Las Expresiones Bursátiles son manifestaciones o expresiones de uso habitual en el mercado bursátil, que responden a estimaciones respecto a valores mínimos y/o máximos de un determinado papel o instrumento, por lo cual no pueden considerarse bajo ningún concepto recomendaciones o llamados a la acción de operar un determinado papel. Todo lo establecido en este reporte, está basado en fuentes que se consideran confiables y de buena fe, pero no implican garantía implícita ni explícita de su precisión y completitud.
Hace mucho tiempo que desde estas columnas venimos hablando de la importancia de dar el gran paso de ahorrista a inversor. Comprar dólares no es una inversión y mientras antes te convenzas de eso, más rápido vas a poder mejorar tus inversiones.
Es que, en un país como el nuestro, en el que está tan arraigada la cultura del colchón, no es fácil animarse a hacer algo diferente. Pero en esos momentos, en los que el dólar es noticia, es cuando más se ve la importancia de quienes conocen otras formas de hacer crecer sus ahorros.
Sobre todo, con una inversión de la que vinimos hablando y que está siendo la estrella en los últimos tiempos…
Mientras todos te hablan de dólar, la bolsa vuela
Ya avisábamos en 2020, año de una gran suba del dólar, de lo retrasadas que venían las acciones argentinas, a pesar de su recuperación en ese momento:
Bueno, quien decidió invertir en el Merval en vez de dejar durmiendo a sus dólares en el colchón se vio muy beneficiado en los años siguientes.
Acá te muestro la suba del dólar versus el Merval desde 2021 hasta hoy:
Para que tengas una idea del impacto de estos números, quien hubiera comprado dólares a principios de 2021 llevaría un rendimiento acumulado de 153% mientras que quien compró acciones argentinas hubiera ganado un impresionante 392%.
Y todo esto sin tener que preocuparte de restricciones y cupos. Siempre se habla de las normativas que hacen que cada vez sea más difícil comprar dólares. Pero eso no debe preocuparte. Eso no es la única ni la mejor opción para invertir tus ahorros.
Las acciones argentinas no tienen restricciones y se pueden comprar en pesos desde Argentina y desde montos muy bajos. No es necesario ser millonario, con sólo $10.000 ya podrías acceder a invertir en el Merval.
Por supuesto que no te estoy diciendo que salgas corriendo a comprar acciones argentinas. Es fundamental que te informes y asesores con un profesional previo a hacer cualquier inversión ya que tenés que considerar tu perfil de riesgo y horizonte de inversión. Estamos hablando de instrumentos de alto riesgo, para inversores dispuestos a esperar y a tolerar bajas en el camino. Nunca debés poner todo tu capital en ellas, siempre hay que diversificar entre distintos activos y no invertir dinero que vas a necesitar en el corto plazo.
Además, en un mercado como el argentino es muy importante seleccionar cuidadosamente tus acciones y saber el momento adecuado para invertir.
Cuando no hay dudas, ya es tarde
Siempre me preguntan si será momento para invertir en Argentina o hay que esperar a una baja mayor. ¿Acaso no es tarde ya para entrar con todas las subas que te mencioné?
La realidad es que la incertidumbre es parte de nuestro paisaje y hay que saber convivir con ella. Un dato interesante es que las acciones argentinas aún se encuentran lejos de su máximo histórico, que alcanzaron en 2018.
Cuando veas que sale en todos lados que somos Suiza, que nuestros bonos rindan 4% anual en dólares y nuestras acciones valen como si fueran Apple, es cuando más gente pregunta por invertir en acciones argentinas.
Paradójicamente es cuando quizá llegó el momento de desconfiar. En eso el análisis y estar acompañado por un profesional idóneo pueden ayudarte a tomar la mejor decisión.
Las acciones son tradicionalmente las herramientas que han brindado mayor rendimiento al inversor. Es que te estás convirtiendo en socio de una empresa y participando de su crecimiento por lo que el potencial es mayor si tenés la paciencia de esperar que tu inversión rinda sus frutos. Quienes sepan aprovechar estos instrumentos podrán potenciar su capital.
Matías Daghero
Presidente de Closing Bell Advisors
Agente Asesor Global de Inversión CNV Matrícula 1.117
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Este reporte tiene el solo propósito de brindar información, y en él solo se vierten opiniones respecto de las cuales el usuario o cliente podrá estar o no de acuerdo. Este reporte no constituye una oferta o recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Asimismo, este reporte no tiene en cuenta los objetivos de inversión y/o la situación financiera de ninguna persona en particular, y por lo tanto los instrumentos mencionados en el mismo podrían no ser adecuados para su perfil de inversor. Los asesores financieros pueden ofrecer sus opiniones o perspectivas concernientes a lo apropiado de la naturaleza de determinadas estrategias de inversión; sin embargo, es finalmente el usuario o cliente el responsable último de las decisiones de inversión que adopta, debiendo estar tales decisiones basadas únicamente en sus circunstancias económicas, objetivos financieros, tolerancia al riesgo y necesidades de liquidez personales.
Las inversiones en activos financieros y otros productos conllevan riesgos, incluyendo la pérdida de capital significativa. Los riesgos incluyen, pero no están limitados a: riesgo de tasa de interés, riesgos de liquidez, de tipo de cambio y el riesgo específico de la empresa y/o sector.
Este documento contiene información histórica y prospectiva. Los rendimientos pasados no son garantía o indicativo de resultados futuros. Todos los precios, valores o estimaciones generadas en este reporte (excepto aquellos identificados como históricos) son con fines indicativos. Todos los datos y manifestaciones utilizados en este reporte (incluyendo, sin limitación, expresiones tales como «Comprar” /»Compra»/»Mantener»/»Venta»/»Vender», etc., en adelante las “Expresiones Bursátiles”) no deben considerarse como recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Las Expresiones Bursátiles son manifestaciones o expresiones de uso habitual en el mercado bursátil, que responden a estimaciones respecto a valores mínimos y/o máximos de un determinado papel o instrumento, por lo cual no pueden considerarse bajo ningún concepto recomendaciones o llamados a la acción de operar un determinado papel. Todo lo establecido en este reporte, está basado en fuentes que se consideran confiables y de buena fe, pero no implican garantía implícita ni explícita de su precisión y completitud.
La última canción de la cantante colombiana Shakira en la que habla de su fallida relación con el exjugador del Barcelona y España Gerard Piqué ha batido todos los récords de escuchas y visualizaciones. Ha captado la atención de todos los medios de prensa, tanto de los de espectáculos como también de los medios empresarios.
¿Por qué de los medios empresarios?
La alusión a marcas como sinónimo de personas fue muy discutido. Nombrar a Casio y al Renault Twingo peyorativamente contra marcas como Rolex y Ferrari, excedió los problemas de pareja e hizo que las marcas intervinieran.
Pero… ¿qué podemos aprender cómo inversores de estas marcas?
El lujo no te hace millonario
La mención que hace Shakira a marcas como Rolex y Ferrari que están asociadas al lujo, terminan generando en muchos consumidores la idea de que tener alguno de ellos es propio de millonarios.
Es que claro, la diferencia entre el costo de un reloj Casio y uno Rolex es abismal:
Sin embargo, el libro “El millonario de al lado” de Thomas J. Stanley transmite una mirada totalmente diferente de lo que uno piensa como millonarios.
El libro está basado en los resultados de un estudio que realizaron los autores en Estados Unidos en la década de los 90 para analizar el comportamiento de los millonarios del país. El libro, que contiene muchas tablas y estadísticas, es uno de los estudios más detallados del mundo sobre millonarios realizado hasta la fecha.
El millonario de al lado no es quien todos creíamos que era. No es un actor o un deportista famoso que gana millones, sino que es una persona que sabe ahorrar e invertir para aumentar su patrimonio.
El estudio demostró que eso es así porque muchas de las personas que tienen sueldos indecentemente elevados se dejan llevar por la gratificación instantánea y el deseo de presumir (con marcas como Rolex y Ferrari), por lo que se gastan todo el dinero que tienen y no ahorran ni invierten para el futuro. Por eso, no disponen de seguridad financiera y, si llegan a quedarse sin trabajo, no podrían mantener su estilo de vida lujoso por mucho tiempo. Esto es precisamente lo que les ha ocurrido a numerosos cantantes, actores y deportistas estadounidenses como ha trascendido en la prensa.
Por el contrario, el millonario de al lado prefiere invertir en vez de gastar, planifica sus gastos y no vive por encima de sus posibilidades. Si llega a quedarse desempleado, podrá seguir manteniendo su estilo de vida porque es financieramente independiente.
Que el reloj marque tu tiempo invirtiendo
Supongamos una persona que, teniendo el dinero para comprarse un Rolex, elige comprarse un Casio.
Si nos guiamos por los precios que vimos más arriba, gastaría USD 20 en su reloj en lugar de USD 22.950. Y este verdadero millonario decide invertir los USD 22.930 que “le sobraron en la compra de su reloj” en el índice accionario S&P500.
¿Qué resultados obtiene?
Como se ve en la tabla comienza en el año 0 conservando esos USD 22.930. A los 5 años ya se convirtieron en USD 35.281. ¡¡¡Y en 30 años son USD 304.229!!!
Claramente su cuenta bancaria agradece que haya visto pasar el tiempo en un reloj Casio.
Tener un Ferrari o ser dueño de Ferrari
Si esa diferencia se daba en unos relojes te imaginás lo que será al ver las diferencias en precio entre estos autos:
Aquí la diferencia en 15 años ya se convierte en millonaria y en 30 años sería de USD 3.629.904.
Pero bueno, supongamos que quieras darte el gusto y tener tu Ferrari (algo que en nuestro país no es muy aconsejable y realista por el estado de las calles y problemas de importaciones). El no buscar la gratificación instantánea podría marcar una diferencia importante.
Seguime con este ejemplo.
En octubre de 2015 salieron a cotizar en la bolsa norteamericana las acciones de Ferrari. Sí, a partir de ese momento podías asociarte en las ganancias del “cavallino rampante”.
¿Cómo le fue a sus acciones?
Excelente. Más que duplicaron el rendimiento del índice promedio de Estados Unidos para el mismo período.
Pero sigamos con nuestro caso hipotético. Supongamos una persona que tenía los USD 294.332 y en lugar de comprarse la Ferrari eligió comprarse el Twingo para invertir la diferencia. Sí, ya sé que no era necesario un ejercicio tan grande de austeridad, se habría podido comprar un auto intermedio, pero Shakira y Piqué guían nuestro ejemplo.
Esta persona disponía de un capital mayor, por lo que decidió posicionar una parte de sus inversiones en la acción de Ferrari en el día que salió a cotizar a bolsa. Exactamente los USD 273.590 de diferencia entre el precio de compra del Twingo y la Ferrari.
Si hoy, apenas 7 años y medio más tarde, decide vender una parte de sus acciones de Ferrari para comprarse su lujoso auto rojo, pagaría los USD 294.332 para adquirirla y aún le quedarían USD 3.335.572.
Todo por haber manejado unos años un Twingo y haber invertido.
Seguramente esta mentalidad inversora le habrá ayudado en el camino a conseguir mayor prosperidad y felicidad que la que le hubiera dado solamente comprarse la Ferrari o el Rolex en un primer momento.
Quizás uno no cuente con los valores y cifras que manejan estos cantantes y deportistas pero contar con un plan de inversión y un buen asesoramiento financiero puede ayudarte para que logres construir un capital que te dé la libertad financiera.
Matías Daghero
Presidente de Closing Bell Advisors
Agente Asesor Global de Inversión CNV Matrícula 1.117
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