El secreto que el banco no quiere que sepas sobre tus ahorros
Hoy quiero contarte algo que quizás nadie te haya dicho con tanta franqueza. Algo que tiene que ver con el lugar donde la mayoría de los argentinos guardan su capital: el banco.
No me malinterpretes. Los bancos son instituciones fundamentales, necesarias para la operatoria diaria, para cobrar tu sueldo y pagar tus servicios. Pero cuando hablamos de hacer crecer tu patrimonio, de protegerlo de la inflación y de generar verdaderas ganancias, la relación con tu banco, tal como la conocemos, se vuelve… complicada.
Permitime ser brutalmente honesto: tu banco no es tu mejor aliado cuando se trata de invertir. Y te voy a explicar por qué.
La ilusión de la seguridad: el plazo fijo como trampa
Empecemos por el campeón de los ahorristas argentinos: el plazo fijo. Es el refugio por excelencia para muchos, la opción «segura», la que te promete un interés «fijo» sin riesgos aparentes. Pero ¿realmente es así?
Con la mano en el corazón, y con la experiencia de haber transitado décadas de inflación en este país, te digo: el plazo fijo, en Argentina, es una trampa de valor. Es la forma más lenta de perder poder adquisitivo. Puede que un mes u otro le ganes a la inflación, pero a largo plazo está garantizado que vas a perder.
Y es un error en el que muchos caen por un combo letal que tiene el plazo fijo. Es fácil de entender, se hace directamente desde el home banking y, por si fuera poco, a veces los bancos te ofrecen descuentos o bonificaciones en sus paquetes si tenés un plazo fijo. ¿Por qué será no?
Bueno, es simple. Desde 2002 a 2024 en ningún año el plazo fijo le ganó a la inflación. Así como escuchás, quizás en algún momento puede parecer que está yendo bien pero es una apuesta muy peligrosa.
¿Qué pasó con el resto de las inversiones en el mismo periodo? Abajo te dejo un detalle de porcentaje de años en los que distintos activos le ganaron a la inflación:
Ahí ves al plazo fijo en el fondo de la tabla, con 0% de años. En ese mismo periodo, el dólar le ganó en sólo 26% de los años. Tiene mucho sentido, el dólar no es una inversión, es una moneda y como todas las monedas del mundo está expuesta al impacto de la inflación.
Pero ahora que se puede comprar de nuevo por homebanking dólares, muchos salieron corriendo a hacerlo y luego ven que su patrimonio no crece. Pero hay otro peligro oculto en tu home banking que atrapa a muchos incautos y que tiene fachada más elegante.
Fondos Comunes de Inversión del banco: comodidad vs. rentabilidad óptima
Ahora hablemos de esa opción que vas a ver en el homebanking y que tiene pinta de inversión sofisticada: los Fondos Comunes de Inversión (FCI) propios del banco.
A primera vista, suenan bien. Te dicen: «invertí en nuestro fondo, diversificás, delegás la gestión, y obtenés rentabilidad». Y es cierto, los FCI son una herramienta válida y muy útil en el mundo de la inversión. El problema es cuando te limitas exclusivamente a los FCI que te ofrece TU banco.
Ahora te cuento por qué:
Conflicto de Intereses Silencioso: Aquí está «el secreto del secreto». El principal objetivo de un banco, como cualquier empresa, es maximizar sus ganancias. Los FCI que te ofrecen suelen estar diseñados para ser convenientes para el banco, no necesariamente para ser los más rentables o los que mejor se ajusten a tus objetivos.
Comisiones Ocultas (o Semi-Ocultas): A menudo, los FCI bancarios tienen comisiones de administración más elevadas de lo que el mercado te ofrece en otros lados. Estas comisiones, que se descuentan de la rentabilidad antes de que llegue a tu bolsillo, pueden parecer pequeñas, pero a lo largo del tiempo, son un verdadero «come-ganancias».
Poca Flexibilidad y Diversificación Limitada: Los FCI de un banco suelen invertir principalmente en instrumentos que el propio banco emite o con los que ya tiene relaciones (bonos corporativos del propio grupo bancario, deuda pública que el banco maneja, etc.). Esto limita la diversificación real y te expone, en gran medida, al riesgo de un único grupo económico o a las decisiones internas del banco.
Falta de Independencia en la Gestión: El gestor del fondo, aunque sea un profesional, tiene incentivos alineados con la casa matriz del banco. No necesariamente con buscar el mejor producto del mercado para vos, sino el mejor producto dentro de la oferta del banco o el que sea más beneficioso para los intereses generales del banco.
El Vastísimo Universo de Opciones que No Te Muestran: El banco no te va a decir: «Mirá, nuestro FCI está bueno, pero hay otras opciones en el mercado más alineadas a tus objetivos de inversión y que realmente van a estar personalizadas”. No, van a hacer que creas que invertir en el mercado es elegir una de las opciones que ellos ofrecen.
La realidad es que el rol del banco es excelente para hacer cobros, pagos, usar tu tarjeta de crédito, entre otros. Pero no son empresas dedicadas a asesorar en inversiones. Lo peor de todo es que no lo van a admitir y te van a llevar a tomar malas decisiones.
Dejame que te lo explique con un ejemplo.
Imaginate que vas a una parrilla con amigos y comen un asado. Hasta ahí todo bien, estaba riquísimo. Eso es el banco trabajando de banco, brindando tus cuentas bancarias y tarjetas. Después tienen ganas de comer postre y quieren pedir helado. En la parrillada sólo tienen de chocolate o vainilla y a un precio más que importante. Pero no tienen ganas de cruzar la calle para ir a una heladería con gran variedad y calidad y terminan cayendo en comer un helado de baja calidad y pagando carísimo por eso.
Bueno, eso es lo que pasa cuando querés invertir desde el homebanking. No te puedo contar la cantidad de veces que alguien me cuenta que invirtió en un fondo del banco sólo porque estaba a mano, sin tener idea de en qué estaba invirtiendo. Al ver caídas, entraron en pánico y rescataron el fondo, dándose cuenta del peligro que corrieron sus ahorros.
No caigas en tomar decisiones sin conocimiento o asesoramiento, tus ahorros pueden generar rendimientos con una gestión profesional.

Tu dinero merece más.
El tiempo de dejar tu dinero estancado, perdiendo valor o generando migajas, ha terminado. El secreto no es complejo: es simplemente tomar conciencia de que hay un universo de oportunidades más allá de las ofertas tradicionales de tu banco.
Tu dinero tiene el potencial de trabajar para vos, de crecer, de protegerse de la inflación y de construir el futuro financiero que soñás. Solo tenés que darle la oportunidad.
Saludos,
Matías Daghero
Presidente de Closing Bell Advisors
Agente Asesor Global de Inversión CNV Matrícula 1.117
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