El efecto dominó en tus inversiones, pequeñas decisiones, grandes consecuencias (para bien y para mal)

Una de las fuerzas más poderosas y subestimadas en el mundo de las finanzas personales es el efecto dominó en nuestras inversiones.

Cada decisión cuenta, y a menudo, las más pequeñas pueden desencadenar una cadena de eventos que nos llevan a resultados financieros espectaculares o, por el contrario, a consecuencias no deseadas.

Hoy vamos a desgranar cómo esas diminutas piezas pueden mover montañas, tanto para nuestro beneficio como para nuestra ruina y, de esa manera, vas a poder aprovechar ese efecto dominó a tu favor.

El Poder de Empezar Pequeño y Temprano

El poder de empezar temprano a invertir, aunque sean pequeños montos, es muy fuerte y la mayoría de la gente subestima lo que se puede lograr.

Dejame que te lo muestre con un ejemplo.

Te cuento la historia de dos inversores, Ana y Pablo. Ana tiene 25 años y decide que quiere empezar a invertir, aunque sea con poco. Se compromete a invertir USD 50 al mes. Eso lo logra con una salida a comer menos o un par de cafés afuera menos a la semana. Ese aporte lo hace de forma constante, mes tras mes, durante 20 años y lo invierte en el S&P 500, el índice de las mayores empresas de Estados Unidos, que ha rendido históricamente 9% anual en dólares.

Pablo tiene la misma edad, 25 años, y piensa: «Con USD 50 no hago nada. Voy a esperar a ganar más para empezar a invertir de verdad». Pablo empieza a invertir recién a los 35 años, pero con una cantidad mayor, USD 100 al mes, también en el S&P 500. Lo hace durante 10 años (hasta los 45), la misma cantidad de tiempo que Ana invirtió, pero comenzando después.

Es decir, los dos terminaron invirtiendo USD 12.000 en total, Ana USD 50 al mes por 20 años y Pablo USD 100 al mes por 10 añoS. Pero la diferencia en resultado final fue impresionante.

Ana hubiera terminado con USD 30.696, casi triplicando su ahorro, mientras que Pablo podría tener USD 18.231, sólo 50% más que lo que ahorró.

La decisión «insignificante» de Ana de empezar con USD 50 al mes diez años antes le dio USD 12.464 más que a Pablo, a pesar de haber invertido la misma cantidad total de dinero. El dominó que empujó Ana fue el del tiempo y el interés compuesto. Su dinero tuvo más años para crecer sobre sí mismo, generando una diferencia masiva que parece mágica, pero es pura matemática. Este ejemplo demuestra el poder de empezar temprano, incluso con pequeñas cantidades.

El costo de ceder al Pánico del Mercada

Cuando los mercados caen, la gente tiende a ceder al pánico y vender sus inversiones. Esta decisión impulsiva, a menudo motivada por el miedo a perder más, es uno de los dominós más destructivos que puedes empujar. Al vender cuando el mercado está bajo, cristalizás tus pérdidas y te asegurás de perderte la eventual recuperación. Este dominó empuja a los dominós de «pérdida de capital real», «oportunidad perdida de rebote» y «erosión de la confianza del inversionista».

 He visto a inversores disciplinados perder años de progreso por una sola decisión de pánico en un mercado bajista. Mantener la calma y la perspectiva es crucial.

Y acá te lo muestro con un ejemplo. Supongamos una persona que empezó a invertir en febrero 2020 USD 10.000 en el índice S&P500. En marzo 2020 pasa su peor pesadilla, se produce una caída abrupta del mercado de hasta 35% por los confinamientos.

Sale corriendo a vender, asumiendo esa pérdida y se lleva USD 6.500. Se desalienta de las inversiones y decide esperar un momento más propicio para invertir que obviamente nunca llega. Llegamos a mayo 2025 y sigue con USD 6.500, convencido de que invertir no sirve.

Pero ¿es realmente así?

Pensemos en otra persona que también empezó a invertir en febrero 2020 y vio la misma caída. Pero en vez de entrar en pánico, decidió esperar y mantenerse en su plan de inversión. ¿Cuánto tendría a mayo 2025? Bueno, hoy tendría USD 18.100, casi el triple de la persona que vendió en pánico.

Una pequeña decisión que tuvo un gran rendimiento y son esas decisiones las que marcan la diferencia entre construir o no un patrimonio.

La ganancia exponencial de las compras inteligentes

Las decisiones de compra que parecen menores también pueden generar impresionantes diferencias en tu capital. Supongamos que una persona actualmente cambia su celular todos los años, gastando el equivalente a USD 1.000 anuales.

Ahora pensemos en un pequeño cambio. Que, en vez de cambiarlo todos los años, pase a cambiarlo cada 2 años. Tampoco parece un cambio tan radical, pero el impacto en tus finanzas personales es enorme. A lo largo de 40 años, ese cambio implicaría un ahorro de USD 20.000, el cual invertido a la tasa de 9% anual estimado, podría generar un capital de USD 176.216.

No subestimes el impacto que un pequeño cambio en tus gastos o mayor inteligencia en tus compras puede tener en tu acumulación de riqueza.

El Dominó de la Falta de un Fondo de Emergencia

Miguel y Julia, ambos jóvenes profesionales, pierden inesperadamente sus empleos este año a mediados de febrero. Algo totalmente fuera de su control. Ambos tienen ahorros limitados.

Miguel no tenía fondo de emergencia, que es un dinero para hacer frente a imprevistos equivalente a 3 a 6 meses de tus gastos mensuales. Quiso pasar de lleno a la inversión y solo tenía dinero en sus inversiones a largo plazo. Sin un fondo de emergencia, se vio forzado a vender acciones de su cartera de jubilación en un mercado a la baja (en abril el mercado caía un 26% desde febrero) para cubrir sus gastos de vida básicos. Esta venta en pánico cristalizó pérdidas significativas y lo dejó sin el beneficio de la eventual recuperación del mercado. Además, la presión de no tener dinero lo llevó a aceptar el primer trabajo que encontró, incluso si no era el ideal para su carrera.

En cambio, Julia había priorizado construir un fondo de emergencia que cubría 6 meses de sus gastos. Cuando perdió su empleo, pudo vivir de ese fondo sin tocar sus inversiones. Esto le dio la tranquilidad y el tiempo necesario para buscar activamente el trabajo adecuado, negociar un mejor salario y esperar la recuperación de su cartera de inversiones (que a estas alturas ya recuperó toda la caída).

La decisión de Julia puede parecer un pequeño sacrificio de liquidez al principio (ese dinero no está trabajando activamente en inversiones). Sin embargo, ese dominó de «seguridad financiera» empujó los dominós de «evitar la venta en pánico», «preservación del capital» y «mayor flexibilidad en la búsqueda de empleo». Miguel, al no tenerlo, empujó el dominó de «pérdida de valor de inversión» y «decisiones forzadas por la necesidad».

Las decisiones financieras generan efectos inesperados y aplicando estos consejos podés hacer que este efecto dominó funcione a tu favor. Quien pueda potenciarlo logrará multiplicar su capital.

Saludos,

Matías Daghero

Presidente de Closing Bell Advisors

Agente Asesor Global de Inversión CNV Matrícula 1.117

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