Cobré una indemnización, ¿qué hago?

Encontrarse con una suma importante de dinero a la vez que perdemos el trabajo es una situación difícil para cualquier persona. ¿Qué hacer con ese dinero?

 

No caben dudas de que perder nuestra fuente principal de ingresos es algo que nos obliga a reformular nuestra economía personal. La posibilidad de cobrar una indemnización hace que esta situación sea un poco más llevadera, pero obliga a muchos a encontrarse en una situación desconocida.

Se cuenta con un gran capital, pero no se sabe qué hacer con él. A la vez, ya no se genera un flujo mensual de ingresos por el trabajo, por lo que se deberá usar ese capital para los gastos cotidianos.

¿Me alcanza la indemnización para no trabajar nunca más? ¿Cambio el auto con el dinero de la indemnización? ¿En qué debo invertir ese dinero?

 

¿Cómo entender a esa indemnización?

 

Lo primero y más importante es comprender que esta indemnización es algo extraordinario y no repetible en el tiempo, por lo que debe ser tratado como tal. Mismo análisis cabría en el caso de una herencia.

¿Qué te quiero decir con esto?

Que al no ser algo periódico no deberías incrementar tu calidad de vida fruto de este ingreso extraordinario. Comprar un auto mejor, mudarte a una mejor casa o realizar un gran viaje no debería ser el destino de este dinero. Esto no quita la posibilidad de darse un pequeño gusto, pero siempre entendiendo que este dinero es todo el capital que tendremos y ya no es como cuando cobrábamos un sueldo que todos los meses ingresaba.

Este capital debés invertirlo de tal manera que te permita mantener (o de ser posible reducir levemente de manera temporal) tu calidad de vida. Pero… ¿en qué lo invierto?

 

Inversiones sí, pagos fijos no

 

Encontrarse con este gran capital es algo desconocido para la gran mayoría de quienes cobran una indemnización. Esto lo lleva a una situación desafiante, de tener que administrar dicho capital.

En mi experiencia como asesor financiero, he escuchado muchas historias. Gente que pone negocios (heladerías, kioscos, taxis, etc.) o realiza inversiones sin saber cómo gestionarlos y que termina perdiendo el dinero.

Cuando uno cobra una indemnización, lo más prudente es realizar inversiones conservadoras con dicho dinero. Al fin y al cabo, se trata de un dinero del cual necesitamos para vivir.

Te cuento un caso puntual de una persona que me contactó hace unos días de dos malas decisiones que se complementaban entre sí.

Él cobro una importante indemnización y decidió invertir una parte de ella en un proyecto en pozo. Mi opinión personal es que este tipo de proyectos son inversiones agresivas. Uno financia a una desarrollista confiando en que llegará a terminar la construcción, pero no son pocos los casos en los que esto no sucede y terminamos perdiendo todo ese capital.

Ni que hablar del mal momento que atraviesa el mercado inmobiliario en donde los precios de los inmuebles vienen con tendencia a la baja en los últimos años.

El problema adicional que esto presenta es que este plan le implicaba un pago de $75.000 mensuales. O sea, sin tener ingresos mensuales se suma un gasto mensual.

Pero la parte más triste de esta historia viene ahora.

Dicen que un clavo saca otro clavo. Bueno, para poder afrontar el pago mensual del plan en pozo y sus gastos cotidianos de vida, esta persona constituyó un plazo fijo.

¿Por qué digo que es la parte más triste de esta historia?

 

La trampa del plazo fijo

 

El plazo fijo es una pésima inversión ya que te otorga un rendimiento negativo contra la inflación.

¿Qué quiere decir esto?

Que el capital invertido más los intereses cobrados no alcanzan a ganarle a la inflación, por lo que cada mes podrás comprarte menos cosas con ese dinero.

Mucha gente que cobra una indemnización constituye un plazo fijo porque se trata de un instrumento fácil de entender y que te permite ver un número predecible de intereses a cobrar. Incluso la gran mayoría lo que hace es retirar esos intereses para vivir.

El problema radica en que la tasa que paga el plazo fijo está por debajo de la inflación. Lo veamos con un ejemplo. Si la inflación es 50% y el plazo fijo me paga 34%, estoy descapitalizándome cada mes.

Para que fuera sostenible la situación de retirar los intereses y no descapitalizarme, el plazo fijo debería rendir por ejemplo 55% en este contexto de inflación de 50%. Y, siguiendo con el ejemplo, lo que debería retirar allí sería ese 5% y no los 55% de intereses, ya que de retirar todo estaría perdiendo el poder adquisitivo de ese capital.

En esa búsqueda de herramientas para invertir tu capital podés buscar la ayuda de un asesor financiero matriculado que te ayude a armar un portafolio de inversiones que se adapte a tus necesidades y perfil de inversión.

 

 

 

Un puente hacia tu nuevo trabajo

 

Cuando se cobra una indemnización y se ve ese gran número no debemos dejar que nos encandile.

Hay mucha gente que quizás piense que con ese dinero podrá vivir sin trabajar, pero no se trata de algo muy simple de alcanzar. Podés leer mi nota “¿Querés vivir sin trabajar? La bolsa no es tu lugar?” sobre este tema.

La mejor manera de verlo es como un puente hacia tu nuevo trabajo. Quizás quieras aprovechar esta oportunidad para migrar hacia un trabajo que te apasione. Puede darse que ese nuevo trabajo represente temporalmente un ingreso menor al que tenías antes. Esto es algo característico de un cambio de carrera. Bueno, allí esa indemnización podría salirte como rueda de auxilio de manera temporal hasta que este nuevo trabajo te dé un ingreso que se adapte a tu calidad de vida.

 

 

Matías Daghero

 

P.D.: Si te interesa recibir información de Finanzas Personales e Inversiones suscribite a nuestro Newsletter Gratuito Semanal haciendo clic aquí.

 

Disclaimer

Este reporte tiene el solo propósito de brindar información, y en él solo se vierten opiniones respecto de las cuales el usuario o cliente podrá estar o no de acuerdo. Este reporte no constituye una oferta o recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Asimismo, este reporte no tiene en cuenta los objetivos de inversión y/o la situación financiera de ninguna persona en particular, y por lo tanto los instrumentos mencionados en el mismo podrían no ser adecuados para su perfil de inversor. Los asesores financieros pueden ofrecer sus opiniones o perspectivas concernientes a lo apropiado de la naturaleza de determinadas estrategias de inversión; sin embargo, es finalmente el usuario o cliente el responsable último de las decisiones de inversión que adopta, debiendo estar tales decisiones basadas únicamente en sus circunstancias económicas, objetivos financieros, tolerancia al riesgo y necesidades de liquidez personales.
Las inversiones en activos financieros y otros productos conllevan riesgos, incluyendo la pérdida de capital significativa. Los riesgos incluyen, pero no están limitados a: riesgo de tasa de interés, riesgos de liquidez, de tipo de cambio y el riesgo específico de la empresa y/o sector.
Este documento contiene información histórica y prospectiva. Los rendimientos pasados no son garantía o indicativo de resultados futuros. Todos los precios, valores o estimaciones generadas en este reporte (excepto aquellos identificados como históricos) son con fines indicativos. Todos los datos y manifestaciones utilizados en este reporte (incluyendo, sin limitación, expresiones tales como «Comprar” /»Compra»/»Mantener»/»Venta»/»Vender», etc., en adelante las “Expresiones Bursátiles”) no deben considerarse como recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Las Expresiones Bursátiles son manifestaciones o expresiones de uso habitual en el mercado bursátil, que responden a estimaciones respecto a valores mínimos y/o máximos de un determinado papel o instrumento, por lo cual no pueden considerarse bajo ningún concepto recomendaciones o llamados a la acción de operar un determinado papel. Todo lo establecido en este reporte, está basado en fuentes que se consideran confiables y de buena fe, pero no implican garantía implícita ni explícita de su precisión y completitud.

Publicaciones Similares