Tus inversiones NO le tienen que ganar al mercado

Cuando se empieza a invertir, suele estar la fantasía de «batir» al mercado, como si ganarle en rendimiento fuera la única forma de invertir que vale la pena.

Pero la gente no se da cuenta de que el inversor promedio obtiene un rendimiento muy inferior al del mercado. No se trata sólo de percepciones sino que está demostrado por un estudio de JP Morgan que analiza los rendimientos del mercado vs de los inversores promedios .

Y ese mal rendimiento que obtienen en la práctica tiene mucho sentido. Es que queriendo encontrar la inversión milagrosa que te va a salvar o invirtiendo en lo que más sube porque lo viste en un video o te comentó un amigo en un asado lo más probable es que te termine yendo mal.

Dejame que te muestre por qué pasa esto.

El inversor promedio pierde por goleada contra el mercado

A veces cuando se habla de rendimientos de mercado, la gente se siente decepcionada. Como si fuera un fracaso obtener ese tipo de rendimientos.

Bueno, dejame que te muestre con datos puros y duros de un estudio de Dalbar y JP Morgan por qué obtener el rendimiento del mercado es un gran logro:

Ahí analizaron 20 años de rendimientos de distintos activos, lo cual es clave porque siempre en las inversiones hay que ver periodos largos para tener un panorama completo. Incluso el periodo analizado de 1998 a 2017 incluyó dos momentos muy duros para el mercado en general: la burbuja de las puntocom del 2000 y la crisis de las hipotecas del 2008.

Aún así, el rendimiento del índice S&P 500, que nuclea a las 500 empresas más grandes de los Estados Unidos, fue de 7,20% anualizado en dólares. En ese mismo periodo el inversor promedio obtuvo sólo un 2,60% anual de rendimiento, inferior al de todos los activos, como bonos que rindieron 5% anual o inmuebles que rindieron 3,40% anual.

Bueno, pensarás, si el mercado rindió 7,20% y el inversor promedio ganó 2,60%, es una diferencia, pero no tiene un impacto tan grande. Creer eso sería un gran error. Dejame que te muestre con números concretos que la diferencia entre obtener el rendimiento del mercado y ser un inversor promedio es enorme.

Un rendimiento que multiplica tu capital

Supongamos una persona que hubiera empezado a invertir con USD 10.000 de capital inicial y hubiera hecho aportes de USD 200 mensuales en ese periodo de 20 años. Abajo te muestro a cuánto se hubiera llegado en cada caso al final de ese periodo de 20 años:

Ahí vemos que el inversor promedio lograría acumular USD 78.637 de capital final, lo cual habiendo ahorrado USD 58.000 implica una ganancia de USD 20.637 a lo largo de los 20 años, multiplicando el ahorro por 1,36 veces.


El contraste con el capital obteniendo el rendimiento del mercado es impresionante. Con el mismo ahorro de USD 58.0000, llegarías a USD 140.734, ganando USD 82.734, 4 veces más que en el caso anterior.


¿Por qué pasa esto? ¿Por qué el inversor promedio no logra mantenerse en un rumbo que le permita conseguir el rendimiento del mercado y su desempeño es tan inferior?

Bueno, los motivos son varios y te los comento a continuación:

#1 Las emociones al volante

Este es por mucho el factor que más influye para que al inversor promedio le vaya mucho peor que al mercado. tos son los dos jinetes del apocalipsis inversor. Cuando los mercados suben, la avaricia nos empuja a perseguir las acciones «calientes», a invertir más de lo debido, a ignorar las señales de sobrevaloración. Cuando los mercados caen, el miedo se apodera de nosotros, lo que nos lleva a vender en pánico, a liquidar nuestras posiciones justo cuando los precios están en su punto más bajo, convirtiendo pérdidas temporales en permanentes. Recuerdo innumerables conversaciones con clientes que, en medio de una corrección, decían: «¡Ya no soporto más! ¡Vendamos todo!». Y luego, meses después, cuando el mercado se recuperaba, se lamentaban de haber perdido el rebote.

#2 La Trampa de la Actividad Excesiva: «Hacer Algo» no Siempre es Mejor

Muchos inversores creen que para obtener buenos rendimientos deben estar constantemente comprando y vendiendo. Nada más lejos de la realidad.
Estamos bombardeados por noticias financieras las 24 horas del día. Cada fluctuación, cada comentario de un analista, cada titular puede inducir a la acción. Los inversores promedio reaccionan a este ruido, en lugar de mantener un enfoque a largo plazo y disciplinado.

#3 La Ausencia de un Plan Sólido: Navegando sin Brújula

Muchos inversores simplemente no tienen una estrategia clara.


Falta de Objetivos Claros: ¿Para qué estás invirtiendo? ¿Jubilación? ¿Una casa? ¿La educación de tus hijos? Sin objetivos claros, es imposible construir una cartera adecuada y tomar decisiones racionales. Si no sabes a dónde vas, cualquier camino te servirá, pero no necesariamente te llevará a tu destino financiero deseado.
No Comprender el Riesgo: Muchos inversores no comprenden su propia tolerancia al riesgo o el riesgo inherente a las inversiones que eligen. Invertir demasiado agresivamente sin poder soportar las fluctuaciones lleva a ventas de pánico. Invertir demasiado conservadoramente impide alcanzar los objetivos financieros a largo plazo.
Falta de Diversificación Adecuada: Poner todos los huevos en una sola canasta es una receta para el desastre. Muchos inversores se concentran en unas pocas acciones individuales, en un solo sector o en un tipo de activo, exponiéndose a un riesgo innecesario. La diversificación, aunque no garantiza ganancias ni protege contra pérdidas, reduce el riesgo y suaviza los retornos a lo largo del tiempo.

Nuestra versión criolla de ese dilema

Acá hablamos de rendimientos de activos internacionales, a los que también se puede acceder fácilmente desde Argentina. Pero también pasa localmente con activos más “criollos”. Nosotros lo llamamos ser un inversor langosta y se da con ese juego de ir pasando de comprar dólares cuando el dólar sube, a plazo fijo para hacer “carry trade” a meterse ciegamente en acciones argentinas sólo porque su rendimiento viene siendo impresionante

Y ese tipo de decisiones de ir saltando de un activo a otro sin pensar lleva a resultados desastrosos. Por eso es que un buen plan de inversión y el acompañamiento de un asesor profesional de confianza es tu mejor antídoto.

El inversor promedio no tiene por qué tener un rendimiento inferior. Con el enfoque correcto y el compromiso de seguir un plan, vos podés estar entre las personas que se benefician de los excelentes rendimientos del mercado. Tu futuro financiero te lo agradecerá.

Saludos,

Matías Daghero

Presidente de Closing Bell Advisors

Agente Asesor Global de Inversión CNV Matrícula 1.117

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