Cómo encontrar el mejor momento para invertir

Es difícil encontrar el mejor momento para comprar una acción. Y eso hace que muchas veces no nos animemos a dar el primer paso. Hoy te cuento cómo encontrar una manera de decidir cuándo es un buen momento para entrar al mercado.

 

En el mundo de las finanzas hay muchos gurús financieros que aseguran haber encontrado la fórmula mágica para tomarle el tiempo al mercado. Es que parece muy simple a primera vista, el secreto es sólo comprar en pisos de mercado y vender en techos.

¿Quién no ha escuchado a personas que juran saber cómo hacer para comprar activos a precios mínimos y salir justo cuando llegaron a su techo? Si alguna vez te dicen esto, te aconsejo que no les creas. Es muy difícil tomarle el tiempo al mercado de forma sostenida a través de los años.

Muchas veces cuesta que los inversores se animen a dar el primer paso por miedo a que apenas compren el precio del activo se desplome. Y ese temor hace que nunca empiecen a invertir.

Por eso quiero contarte hoy una forma más segura de saber cuándo invertir.

¿Cómo tomarle el tiempo al mercado?

No te voy a proponer otra fórmula milagrosa para atrapar mínimos o vender en máximos. La realidad es que con el diario del lunes todos somos Gardel. Nadie sabe con certeza que va a pasar en el mercado. Pero si vemos cómo les fue a distintos tipos de inversores en el pasado podemos tener algunas ideas que nos den tranquilidad a la hora de invertir.

Un estudio de Charles Schwab comparó distintos perfiles de inversores que hubieran invertido USD 2.000 por año durante 20 años en el S&P500 (índice accionario que nuclea a las 500 empresas más grandes de Estados Unidos), desde 1993 a 2012.

Los resultados fueron sorprendentes y muy útiles para guiarte en tu camino de inversión. Te los muestro abajo.

  • El Sr. Perfecto: este inversor tuvo un timing perfecto, ese que los gurús de las finanzas tanto quieren que creas que tuvieron y que no existe en la realidad. Logró comprar cada año en el momento más bajo del mercado.
  • La Sra. Acción: usó una estrategia muy simple, apenas recibía el dinero lo invertía inmediatamente en el S&P 500 sin demoras.
  • El Sr. Mensual: este inversor optó por dividir su inversión, invirtiendo el mismo monto cada mes. De esa forma, fue promediando precio.
  • La Sra. Mala Suerte: esta persona tuvo una mala suerte increíble, compró cada año en el momento más alto del mercado. Realmente tuvo una pésima puntería para elegir el momento de su inversión.
  • El Sr. Colchón: este inversor nunca se animó a invertir en acciones. Siempre tuvo miedo a que llegara el próximo crash del mercado, convencido de que iba a existir un mejor momento para entrar. Sólo compró bonos del Tesoro de Estados Unidos, que tienen un rendimiento muy bajo.
  • Doña Rosa: Este me permito agregarlo al estudio. Sería algo parecido a dejar los dólares abajo del colchón para un inversor argentino típico

Este es el capital final que tuvieron estos inversores al final de ese periodo de 20 años:

Obviamente, el inversor que tuvo el timing perfecto fue el de mejores resultados. Pero lo sorprendente es que incluso la persona con la peor suerte del mundo, que compró en el punto máximo de cada año, le ganó con creces al ahorrista clásico del colchón, acumulando un capital 40% mayor a no haber invertido. Ya no parece que haya tenido tan mala suerte.

En realidad, el de mayor “mala suerte” fue Doña Rosa que si bien muchos idolatran en Argentina, no pudo ganarle ni siquiera a la inflación.

Incluso vemos que luego del timing perfecto, la mejor estrategia de todas fue la más simple de ejecutar: comprar apenas tengas el dinero disponible. Este inversor le ganó por mucho al colchón, logrando terminar con un capital 60% mayor. Y apenas tuvo un desempeño 6% inferior al inversor perfecto, quedando en un muy digno segundo puesto. En el medio quedó la estrategia de promediar precio, que también tuvo un desempeño aceptable.

El inversor que se quedó esperando a que llegara un mejor precio para comprar y nunca se animó a invertir apenas pudo ganarle a la inflación.

Y si todavía pensás que esto fue casualidad por el periodo que se eligió, Charles Schwab realizó este mismo análisis para 68 periodos diferentes de 20 años y en 58 de ellos, el orden de los rendimientos fue exactamente el mismo.

 

 

El costo de no hacer nada

Con tantos videos dando vueltas que hablan del crash del mercado que está siempre a la vuelta de la esquina, es fácil tener miedo de invertir. No podemos dejar de pensar que apenas compremos el precio se va a desplomar. Lo que este estudio demuestra es que el costo de estar siempre esperando un mejor momento para entrar es mucho mayor al de equivocarse, entrando a precios altos.

Por supuesto, habrás notado que siempre se analizaron periodos largos del tiempo, es decir, que esta estrategia es para inversores pacientes, dispuestos a apostar al largo plazo y que toleren la volatilidad.

Además, no es cuestión de invertir inmediatamente en cualquier cosa. Lo que se tuvo en cuenta fueron inversiones en el índice S&P 500, que incluye empresas consolidadas y de alta calidad.

Claramente para el inversor paciente y de largo plazo, apostar a empresas con negocios sólidos es mucho más seguro que guardar el dinero en el colchón esperando el momento ideal.

 

Matías Daghero

 

P.D.: Si te interesa recibir información de Finanzas Personales e Inversiones suscribite a nuestro Newsletter Gratuito Semanal haciendo clic aquí.

 

Disclaimer

Este reporte tiene el solo propósito de brindar información, y en él solo se vierten opiniones respecto de las cuales el usuario o cliente podrá estar o no de acuerdo. Este reporte no constituye una oferta o recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Asimismo, este reporte no tiene en cuenta los objetivos de inversión y/o la situación financiera de ninguna persona en particular, y por lo tanto los instrumentos mencionados en el mismo podrían no ser adecuados para su perfil de inversor. Los asesores financieros pueden ofrecer sus opiniones o perspectivas concernientes a lo apropiado de la naturaleza de determinadas estrategias de inversión; sin embargo, es finalmente el usuario o cliente el responsable último de las decisiones de inversión que adopta, debiendo estar tales decisiones basadas únicamente en sus circunstancias económicas, objetivos financieros, tolerancia al riesgo y necesidades de liquidez personales.
Las inversiones en activos financieros y otros productos conllevan riesgos, incluyendo la pérdida de capital significativa. Los riesgos incluyen, pero no están limitados a: riesgo de tasa de interés, riesgos de liquidez, de tipo de cambio y el riesgo específico de la empresa y/o sector.
Este documento contiene información histórica y prospectiva. Los rendimientos pasados no son garantía o indicativo de resultados futuros. Todos los precios, valores o estimaciones generadas en este reporte (excepto aquellos identificados como históricos) son con fines indicativos. Todos los datos y manifestaciones utilizados en este reporte (incluyendo, sin limitación, expresiones tales como “Comprar” /”Compra”/”Mantener”/”Venta”/”Vender”, etc., en adelante las “Expresiones Bursátiles”) no deben considerarse como recomendación de compra o venta de los instrumentos financieros mencionados. Las Expresiones Bursátiles son manifestaciones o expresiones de uso habitual en el mercado bursátil, que responden a estimaciones respecto a valores mínimos y/o máximos de un determinado papel o instrumento, por lo cual no pueden considerarse bajo ningún concepto recomendaciones o llamados a la acción de operar un determinado papel. Todo lo establecido en este reporte, está basado en fuentes que se consideran confiables y de buena fe, pero no implican garantía implícita ni explícita de su precisión y completitud.

Publicaciones Similares