5 verdades injustas sobre tus inversiones y tus finanzas personales
A lo largo de mi experiencia en el mundo de las inversiones, he observado ciertas dinámicas y realidades que no siempre se explicitan, pero que resultan fundamentales para tomar decisiones informadas.
Hoy quiero compartir con vos cinco de esas verdades que, aunque puedan parecer injustas, son cruciales para navegar con éxito el terreno financiero.
El objetivo no es generar desánimo, sino brindarte una perspectiva clara y práctica. Al comprender estas dinámicas, podrás fortalecer tu estrategia de inversión y proteger tu patrimonio de manera más efectiva.
Pero lo más importante, te ofreceré un consejo práctico y concreto para que puedas afrontar esa situación específica y tomar el control de tus finanzas. Porque acá no es cuestión de dejarse paralizar por la injusticia sino de tomar acción.
Comencemos…
#1 La Injusticia Primordial del Punto de Partida (El Que Nace con Ventaja Corre con Otra Velocidad)
Seamos honestos y dejemos de lado el discurso meritocrático simplista. El que hereda un capital inicial significativo, el que tiene una red de contactos influyente o el que simplemente nace en un entorno con mayor educación financiera, arranca con una ventaja impresionante en esta carrera.
No solo tiene más margen para invertir y diversificar desde el vamos, sino que accede a oportunidades de inversión que para el común de los mortales son ciencia ficción. Los porcentajes de rendimiento pueden ser similares, pero la magnitud de la ganancia final está directamente ligada al capital inicial. Es una verdad incómoda, pero ignorarla es autoengañarse.
El Antídoto Práctico: Si tenés poco capital inicial, enfocate en construir un flujo de ingresos sólido y constante. Si bien no tenés el capital inicial de otros, tu mayor activo es tu capacidad de generar ingresos. Aumentá tus fuentes de ingreso (un trabajo extra, un emprendimiento paralelo), ahorrá consistentemente un porcentaje significativo de lo que ganás y reinvertí esas ganancias de manera inteligente, aunque sean montos pequeños al principio. La constancia y la disciplina a largo plazo pueden achicar esa brecha inicial.
Quizás empezás de atrás en la carrera, pero la distancia se puede acortar más rápido de lo que crees. Según estudios, el 88% de los millonarios en el mundo, son de primera generación por lo que podrás ver que sólo al 12% de los millonarios les sirvió esa ventaja inicial para establecerse. Esto porque también tener las cosas más fáciles al inicio hace que no puedas luego mantener el estilo de vida y ritmo de trabajo que tenían tus padres.
#2 El Engaño Sofisticado del Largo Plazo Sin Estrategia Activa (Dejar la Plata «Ahí» No es Magia)
Desde estas columnas solemos hablar sobre el poder del interés compuesto y la importancia de invertir a largo plazo.
No me malinterpretes, eso es así, pero hay que matizarlo. Porque si bien el tiempo es un factor crucial, esta visión simplifica peligrosamente la realidad. El largo plazo sin una estrategia activa, sin revisiones periódicas, sin ajustes ante los cambios del mercado y sin tener en cuenta tus propios objetivos cambiantes, puede ser una trampa mortal.
La inflación erosiona tu poder adquisitivo silenciosamente, sectores enteros pueden quedar obsoletos y los imprevistos de la vida te obligan a liquidar activos en momentos inoportunos, pulverizando ese «rendimiento garantizado».
Antídoto Práctico: No des por sentado que tu inversión va a crecer de forma continua. Tu cartera necesita gestión y monitoreo constante. No es algo que podés analizar cuando te queda tiempo libre porque tus inversiones no esperan.
También tus objetivos deben ser revisados porque quizás era una buena inversión, pero no para tu objetivo. No deberías invertir en las acciones de Google el dinero que vas a usar para pagar la tarjeta de crédito el mes que viene. Aunque resulte increíble hay mucha gente que comete ese tipo de errores.
Y ahí es cuando un buen diagnóstico financiero inicial y un seguimiento personalizado hacen la diferencia.
#3 La Tiranía de la Psicología en los Mercados (El Caldo de Cultivo para la Manipulación de los Inversores)
El mercado financiero no es un ente racional regido por ecuaciones perfectas. Está impulsado por las emociones más primarias: el miedo paralizante, la codicia desmedida, la euforia irracional y el pánico contagioso.
Y ahí es cuando los inversores minoristas a veces se ven perjudicados porque toman malas decisiones con su dinero, por no contar con asesoramiento y conocimientos adecuados.
El Antídoto Práctico: Tu plan de inversión debe tener consistencia en el tiempo, independientemente del ruido del mercado a corto plazo. Automatizá tus inversiones periódicas para evitar decisiones impulsivas basadas en emociones. Aprendé a identificar tus propios sesgos cognitivos y trabajá para mitigarlos.
La paciencia, la disciplina y contar con el acompañamiento de un asesor profesional son tus mejores armas contra la volatilidad emocional del mercado.
#4 El Impuesto Silencioso de la Inflación Persistente (El Ladrón Invisible que Devora tu Poder de Compra)
Mientras te enfocás en los rendimientos nominales de tus inversiones, la inflación actúa como un impuesto silencioso que erosiona constantemente tu poder adquisitivo real. Un rendimiento que no supera significativamente la inflación no te está enriqueciendo, simplemente está tratando de mantenerte a flote. Ignorar este factor fundamental es como navegar sin tener en cuenta la corriente del río.
El Antídoto Práctico: Asegurate de que tus inversiones tengan como objetivo superar la tasa de inflación a largo plazo. Y esto no lo vas a conseguir comprando dólares ni haciendo plazo fijo. Tenés que ir más allá, buscando que tu patrimonio se gestione con conocimiento especializado.
#5 La Injusticia Sistémica de la Falta de Educación Financiera Generalizada
La verdad más brutal de todas es la alarmante falta de educación financiera que prevalece en nuestra sociedad. El sistema educativo te prepara para casi cualquier disciplina, hablamos del ecosistema, recitamos fechas de batallas de hace décadas (e incluso siglos) pero te deja completamente desamparado a la hora de manejar tu propio dinero, endeudarte inteligentemente o invertir con conocimiento. Esta carencia te convierte en presa fácil de los errores costosos y de aquellos que buscan aprovecharse de tu ignorancia. La educación financiera no es un lujo, es una necesidad básica en el mundo actual.
El Antídoto Práctico: Tomá la educación financiera como una prioridad en tu vida. Leé libros, seguí fuentes confiables online, tomá cursos (si es necesario). Cuanto más entiendas sobre cómo funciona el dinero y las inversiones, menos vulnerable serás a las injusticias del sistema y mejores decisiones financieras podrás tomar para tu futuro. Invertir en tu conocimiento financiero es la inversión con el retorno más alto a largo plazo.
Por supuesto que en una era en la que abundan la desinformación en Internet es importante que investigues detalladamente la trayectoria y antecedentes de quienes te brindan información, para asegurarte de que la misma sea de calidad.

Recordá que el mundo de las inversiones y el manejo del dinero no siempre es justo, pero el conocimiento es tu mejor escudo y la acción constante, tu espada. No te quedes con esta información guardada bajo el colchón. ¡Ponela en práctica!
Empezá hoy mismo a revisar tus inversiones con ojos más críticos, a cuestionar los consejos fáciles, a educarte financieramente un poquito cada día. No esperes el momento perfecto, porque nunca llega. El primer paso, por pequeño que sea, ya te pone en movimiento hacia tus objetivos.
Saludos,
Matías Daghero
Presidente de Closing Bell Advisors
Agente Asesor Global de Inversión CNV Matrícula 1.117
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