68. El mal uso de los Stop Loss

El mercado alcista que se inició en 2009 fue de los mercados alcistas más largos de la historia y desde hace varios años, muchos analistas prevenían que en algún momento llegaría una crisis. Claro está que si hubiéramos vendido en ese momento nos hubiéramos perdido las grandes subas que experimentó luego el mercado.

Pero, ¿cómo protegernos de las inevitables crisis?

Cuando uno mira lo que habitualmente sugieren los gurúes financieros, hay un activo que siempre es mencionado como un refugio de valor en tiempos de crisis: el Oro.

 

El Oro falló cuando más lo necesitábamos

Como argentino y gran fanático del tenis, obviamente que me encantaba cómo jugaba David Nalbandián. Sin embargo, no pudo brillar en la Copa Davis.

Algo parecido podemos decir que pasó con el Oro en esta crisis. Cuando era su momento de actuar, brilló por su ausencia:

 

Una caída del 10% en una semana claramente no es algo que pueda atribuirse a un activo de refugio. Es cierto que la caída de las acciones fue mayor, pero el objetivo de un activo de refugio es que rinda más en una crisis que si uno hubiera estado líquido y ese no fue el caso.

Ni hablar de un inversor que hubiera tenido en su cartera Oro en lugar de acciones esperando que este actuara en la crisis. El costo de oportunidad fue enorme. Basta con comparar la evolución en la última década del Oro y de las acciones:

Las acciones han venido superando con creces al oro en las últimas décadas.

Ni hablar de lo que sucedió con lo que algunos gurúes financieros intentaban de imponer como el activo de refugio del siglo XXI: el bitcoin.

El bitcoin no ha funcionado como refugio en momentos de crisis ni de inflación. Su futuro está por verse, pero claramente no es un activo para confiar si buscás proteger tu cartera.

 

Los Stop Loss y los mercados volátiles

Una medida que suelen implementar muchos inversores es la de establecer Stop Loss o límite para sus pérdidas. Así, por ejemplo, muchos dicen estar dispuestos a tolerar una pérdida de hasta el 20% y colocan su Stop Loss allí.

De esta manera, si la acción o instrumento que tienen en cartera cae ese 20% automáticamente se dispara la venta y si el mercado sigue cayendo ya no los afecta.

Si bien considero que colocar Stop Loss y seguir invirtiendo en acciones es una versión superadora de protegerse con la compra de Oro, le encuentro al menos un par de problemas que vimos en estos días.

La primera de ellas es que si el mercado abre con un fuerte gap (4% abajo, por ejemplo) puede que termine perdiendo más de un 20%, dado que el mercado perforó el valor que había colocado como límite a mis pérdidas.

Y el segundo, es que el Stop Loss te obliga a vender a tu inversión en medio de un pánico generalizado y te deja afuera de tu inversión en caso de que se dé una recuperación. Lo veamos en el gráfico del Nasdaq de una semana como ejemplo:

 

Si colocabas tu Stop Loss en 7.250, el día siguiente a tu venta veías subir un 10% nuevamente las acciones y te ponía a prueba psicológicamente para determinar si la crisis ya había pasado y comprar. Y al día siguiente nuevamente caía, quizás duplicando la pérdida que habías tenido.

Una de las cosas que más me gusta del tenis es que es uno de los pocos deportes que mientras estás dentro de la cancha, todavía tenés posibilidades de dar vuelta un partido. En el fútbol, si estás 4 a 0 abajo, difícilmente puedas dar vuelta el resultado. Pero en el tenis, se han dado muchísimos partidos con jugadores que estuvieron 2 sets abajo y que lograron ganar el partido.

El Stop Loss tiene una dinámica más parecida a estar perdiendo 4 a 0 en un partido de fútbol: te saca de la cancha y no te permite participar de una recuperación rápida. Pero hay una herramienta que sí.

 

Una solución simple para estar protegido

En la vida normal, cuando hay un evento de baja probabilidad de ocurrencia pero que ocasionaría un gran daño a tus finanzas buscamos la forma de cubrirnos. Así es como tenemos una obra social para nuestra salud y contratamos un seguro para nuestra casa o nuestro auto.

Pagamos una prima a cambio de disminuir el daño que alguno de estos eventos podría ocasionar.

Bueno, para tus inversiones existe algo muy parecido a estos seguros: los puts.

¿Qué son los puts?

Son una opción financiera que te da el derecho a vender a un determinado precio un activo. Uno paga la prima y de esta manera limita su pérdida.

Cuando compramos el seguro del auto sabemos que nuestras opciones de pérdida son dos. Si no sufrimos ningún accidente, habremos perdido el monto que pagamos. Y si sufrimos algún accidente, lo máximo que pagaremos es la franquicia.

Lo mismo sucede con los Puts. Si el mercado no cae en crisis habrás perdido el monto de la prima y si el mercado entra en crisis habrás perdido el monto de pérdida que habías establecido (por ejemplo, el 20%).

¿Cómo funciona el Put? Es como un amortiguador. Cuando todo cae, su precio sube abruptamente.

Lo veamos con un ejemplo real. En el mes de enero cubrí la cartera de varios de mis clientes comprando el Put. Si el mercado seguía subiendo, ellos seguían obteniendo ganancias del mercado y si la crisis llegaba limitaban su pérdida.

¿Cuánto costaba cubrir una cartera de USD 50.000 comprando un Put del SPY (S&P500)? Con apenas USD168 te cubriste de una caída de hasta el 25%.

¿Cómo actuó en el momento de crisis?

Cumplió su rol, que era limitar las pérdidas de tu portafolio en el momento de crisis.

Muchos sentirán que se trata de un instrumento complejo y que nunca podrán utilizar, pero esta nota te ayudó a entender de una forma sencilla como funciona “tu seguro” en la bolsa. Y así es cómo necesitás entender cómo funciona el seguro de tu auto, pero no te encargás vos mismo de armar una empresa de seguros, al invertir tu dinero podés pedir a tu asesor financiero que te ayude a utilizar esta herramienta.

Al fin y al cabo, no estamos solo para cobrar comisiones sino para administrar tu dinero de una manera profesional.

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