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Matias
lunes, 08 octubre 2018 / Publicado en Prensa

¿Cómo financiarse en la era de tasas del 70%?

En las últimas semanas se ha dado una fuerte suba en las tasas de interés, algo que está generando fuertes dificultades en las empresas para poder financiarse.

En medio de su batalla contra la inflación y para contener el dólar (teniendo éxito en esto último al menos durante la semana pasada), Guido Sandleris ubicó la tasa de las Leliqs por encima del 70% la semana pasada.

Y la pregunta que cabe hacerse es si quien tiene la máquina de emitir los billetes paga semejante tasa, ¿cuánto debería pagar una empresa?

Bueno, la respuesta puede encontrarse mirando las tasas de descubierto y descuento de cheques que ofrecen los bancos superando ampliamente el 80% (llegando hasta el 100%).

Y aquí las empresas se encuentran con un combo fatal: nivel de actividad cayendo, retraso en la cadena de pagos y tasas muy elevadas para financiar estos retrasos.

El Mercado de Capitales: un aliado de las Pymes

Si bien las tasas también son elevadas, en el Mercado de Capitales existen opciones de financiamiento que pueden reducir significativamente el costo financiero de la empresa.

En primer término, buscando reemplazar el descubierto bancario de cortísimo plazo, las empresas pueden tomar una Caución Bursátil en el mercado para plazos que van de 7- 30 días. Aquí las tasas oscilan entre 50 – 55% (muy por debajo del costo de un descubierto bancario). Algo importante a destacar aquí es que la empresa deberá dejar activos en garantía por lo que sólo será útil en caso de que la empresa cuente con cierto “colchón” (por ejemplo dólares) y que no quiera rematar a la espera de un pago de un cliente que se demora unos días.

Los cheques de pago diferido permiten financiarse para plazos que van de los 30 a los 360 días. La operatoria con ellos es muy simple de entender ya que funcionan de la misma manera que un cheque normal emitido a plazo. Aquí los costos son muy bajos y los requisitos mínimos, muy similares a los que se pide en un banco para abrir una cuenta. Dentro de las posibilidades que ofrecen los mismos, existen dos tipos de líneas que pueden ser usadas por la empresa: línea de cheques propios o línea de cheques de terceros (para descontar cheques provistos por sus clientes).

Avanzando en plazos, el pagaré bursátil constituye una herramienta que permite financiarse por plazos que van desde los 6 meses hasta los 3 años. Aquí una de las principales ventajas es que es un instrumento que se emite a descuento, por lo que el pago total recién se hará al vencimiento del mismo, sin tener que afrontar pagos parciales. Esto constituye una interesante herramienta para el caso de inversiones que demoren en la generación de flujos (caso típico de una compra de maquinaria). Los pagarés pueden ser emitidos tanto en pesos como en dólares, habiendo sido colocados a una tasa del 10% anual en dólares en promedio en los últimos días.

Por otra parte, la Obligación Negociable PYME permite la emisión de deuda que cotice en el mercado pero con costos mucho menores que la Obligación Negociable tradicional. Esto hace que una empresa pueda acceder desde montos bajos. Para conseguir esto, el Mercado de Capitales Argentino en conjunto con la CNV tomaron el muy aceitado sistema de emisión de Cheques de Pago Diferido con el aval de una Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) y lo extendieron para su uso en este instrumento.

Un instrumento para estructuras y necesidades de capital ya mayores son los Fideicomisos Financieros. Estos son recomendables para plazos que van desde los 6 meses hasta los 3 años. Aquí los costos de estructuración, asesores y colocadores encarecen el proceso por lo que debería tratarse de capitales que superen los AR$100 millones para reducir el impacto de los costos fijos.

¿Cómo es el proceso para financiarse en el Mercado de Capitales?

Uno de los mitos presente en muchas empresas es que el Mercado de Capitales es prácticamente inalcanzable y muy difícil de utilizar para una Pyme. Nada más alejado de la realidad.

Hoy cualquier PYME puede acudir a un Productor Bursátil o ALYC en busca de asesoramiento para poder financiarse en el Mercado de Capitales. La diferencia en el costo para la empresa más que ameritan adentrarse en este nuevo mundo.

Y desde allí podrán asistirlo en la Calificación Crediticia con distintas SGR que son quienes le saldrán como avalista para poder emitir en el Mercado de Capitales, evitando así tener que hipotecar o prendar bienes de la empresa para conseguir financiamiento.

Los requisitos para completar la carpeta para su posterior Calificación Crediticia no difieren de lo que en gran medida piden todos los bancos para conceder crédito. Y la ventaja es que una empresa puede conseguir financiamiento a través de varias SGR, aumentando así el monto con el que puede financiarse.

En esto, como en casi todas las facetas de la empresa, es mejor planificarlo con tiempo. La Calificación Crediticia no tiene ningún costo en la mayoría de las SGR, por lo cual resulta interesante tener calificada la carpeta y lista para ser utilizada cuando sea necesaria, evitando tener que salir corriendo a tomar fondos en descubierto a cualquier tasa.

Nota Publicada en El Economista – 08/10/2018

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Matias
lunes, 01 octubre 2018 / Publicado en Prensa

El mercado irá a probar las bandas

Durante el mes de septiembre, al igual que como pasó durante casi todos los meses del año, el dólar fue nuevamente el gran protagonista. En el mes acumuló una suba del 10,16% y en el año sube 117,83%.

Por el lado de las acciones, medidas en pesos se trató del segundo mejor mes del año (detrás de enero) con una suba acumulada en el mes de 14,23%. Entre los ganadores del mes, el sector gasífero se anotó dos lugares en el podio. La acción que más subió en el mes fue Transportadora de Gas del Norte (TGNO4) con una suba del 32,93%, seguida por Loma Negra (LOMA) con 28,34% y Metrogas (METR) con 25,50%.

Dentro de los datos a destacar del índice Merval desde el punto de vista técnico, finalmente pudo salir del canal bajista en el que se encontraba atrapado desde el mes de febrero. En los próximos días resultará clave observar si podrá atacar la zona de los 36.000 puntos, niveles máximos alcanzados en enero, donde encontró un nivel de resistencia en los últimos días. Por su parte, para consolidar la tendencia alcista es muy importante que se mantenga dentro del canal alcista no cayendo por debajo de los 30.000 puntos.

Más allá de encontrarse cerca de los máximos en pesos, es claro que con la fuerte depreciación del peso experimentada en el año, medido en dólares el Merval se encuentra muy lejos de sus valores máximos.

Y la volatilidad del índice medido en dólares ha sido muy fuerte en las últimas 2 semanas, subiendo cerca de 24% hace 2 semanas y cayendo 13% esta semana.

Por último, los bonos redondearon un buen mes (a pesar de las bajas del viernes) con un fuerte recorte en el riesgo país pasando desde los casi 700 puntos que cotizaba a principio de mes hasta los 621 con los que cerró el mes.

Párrafo aparte merecen las Lebacs que nuevamente fueron una muy mala inversión y cuya partida de defunción fue sellada con los resultados de la licitación mensual en los que el rendimiento del 45% anual garantizaba una pérdida en términos reales en el mes para quienes invirtieran en ella. En el mes, la “bicicleta financiera” o carry trade otorgó a sus inversores una pérdida en dólares de 6,3%. Por su parte, quienes invirtieron todo el año en la Lebac acumulan una pérdida medida en dólares de 40,7%.

Una nueva estrategia para el dólar y la inflación

Con la llegada de Sandleris al Banco Central se modifica la estrategia de metas de inflación que mostró incluso menor efectividad que el falso 9 de Sampaoli. Ya no se buscará un número específico de inflación sino que se recurrirá a una definición más simple: que la misma baje.

En cuanto a las herramientas para bajar la inflación, se tomará un enfoque fuertemente monetarista, buscando que la emisión monetaria sea del 0% en términos nominales. Si se considera que la misma venía creciendo a un ritmo del 2% mensual y los altos niveles de inflación actuales, se tratará de una medida fuertemente recesiva para el nivel de actividad. Si no hay pesos en la calle, los precios no pueden subir.

Y hablando de precios, uno de los más importantes para la economía y para la cabeza de los argentinos es el precio del dólar.

En ese sentido, la nueva estrategia del BCRA acordada con el FMI será la fijación de zonas de no intervención y zonas de intervención. Las mismas inicialmente fueron fijadas en $34 y $44 (bien amplios los valores) e irán creciendo a un ritmo del 3% mensual hasta diciembre (buscando no retrasar al tipo de cambio en términos reales).

En la mentalidad de los ahorristas, rápidamente el valor de $44 pasó a posicionarse como el valor en que se encontrará el dólar próximamente y esto contribuyó a la fuerte suba experimentada en las últimas ruedas del mes.

Sin embargo, algo que tiene que ser tenido en cuenta es que el valor superior de la banda no implica que el BCRA disparará todo su arsenal para defenderlo allí (como hizo Sturzenegger en su momento poniendo los u$s 5.000 millones en el offer o las estrategias de agregados monetarios y subas de encajes de Caputo). Es que a partir de esos valores el BCRA podrá vender u$s 150 millones diarios. Si uno ve los antecedentes en medio de días de corrida donde el BCRA vendió más de u$s 1.000 millones en un día para defender el valor de precio, el nuevo esquema parece que dará la posibilidad al BCRA de apagar un incendio con sólo un balde de agua.

En realidad, la estrategia pareciera apuntar más bien a todo lo contrario. El gobierno pareciera sentirse cómodo con este nuevo nivel de tipo de cambio (la competitividad que otorga) y lo que buscará es evitar que el peso se aprecie en caso de un cambio de escenario, obligando al BCRA a comprar dólares en el límite inferior y evitando que el tipo de cambio (al igual que como viene sucediendo en los últimos años electorales) se retrase.

Nota Publicada por El Economista – 01/10/2018

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Matias
lunes, 24 septiembre 2018 / Publicado en Prensa

Vuelven a brillar los bonos CER

El humor de los inversores mostró un cambio importante la semana pasada. Si bien veníamos de una semana previa en la que las acciones habían detenido su caída y comenzado a subir (1,25% la semana del 10/09) y el riesgo país había mostrado una leve mejora, el dólar había continuado su sendero alcista.

En medio de rumores que circularon en el mercado de que el préstamo con el FMI podría estarse ampliando hasta los u$s 70.000 millones desde los u$s 50.000 actuales y de la implementación de una nueva estrategia en la batalla contra el dólar (el “Crawling Peg” o bandas de flotación), los inversores se animaron a retomar fuertemente posiciones en el mercado accionario.

La semana pasada el índice Merval acumuló una suba del 13,67%. Y, si miramos la evolución del índice medido en dólares (donde el dólar cayó a diferencia de lo que había sucedido la semana anterior), esta suba es aún más pronunciada y alcanzó el 23,39% la semana pasada.

Incluso si uno observa las subas semanales en dólares de acciones como Banco Galicia (GGAL) se dieron subas porcentuales que no se veían desde el año 2.002.

Pero la recuperación no vino sólo por el lado de las acciones.

Por su parte, también se observó una mejora sustancial en el caso de los bonos debido a una fuerte caída del riesgo país. Luego de haber llegado a estar muy cerca de los 800 puntos hace unas semanas, el viernes pasado cerró en los 588 puntos. Si bien todavía son niveles elevados, resulta más que interesante el recorte que se ha podido conseguir en las últimas 2 semanas.

Cambios de portafolio en los inversores

Desde esta misma columna la semana pasada mencionábamos la posibilidad de que los bonos con CER otorgarán interesantes ganancias de capital si el Gobierno conseguía estabilizar el dólar.

Bueno, claramente los grandes protagonistas del mercado de renta fija argentino de la semana pasada fueron los bonos con ajuste CER.

Entre los más destacados, podemos mencionar al Par en Pesos (PARP) que anotó una suba semanal del 23,46% y al Discount en Pesos (DICP) subiendo 16,69%.

De a poco los inversores se animan a desdolarizar parte de sus carteras (en los últimos meses las carteras promedio tenían una exposición del 80% al 100% de los activos en dólares) y, frente a una Lebac en retirada y una inflación que vendría alta los próximos meses, los bonos con CER tomaron presencia en las carteras de inversión.

Es que, si la devaluación fuerte ya ha quedado atrás, todavía resta parte de su traslado a precios. El denominado Pass Through (pasaje de la devaluación a precios) hasta aquí podría considerarse relativamente exitoso, ya que en términos reales se ha ganado fuertemente competitividad. Sí quedan dando vueltas cuestiones de la idiosincrasia argentina respecto a por qué los precios de la nafta sólo suben cuando sube el dólar pero no bajan cuando este lo hace. Parece que el traslado a precios es en una sola dirección.

Volviendo a los bonos con ajuste CER, a pesar de la fuerte ganancia de capital fruto de la compresión de spreads en la semana, aún ofrecen interesantes rendimientos para aquellos inversores que quieran tomar posiciones en ellos con TIRs en la zona del 6 a casi 8%.

Para perfiles conservadores y que necesiten el cobro de una renta mensual, el Bocon 2024 (PR13) puede ser un instrumento muy útil ya que paga los 15 de cada mes capital e intereses, con una TIR actual de 6,7% sobre inflación.

Continuando con perfiles conservadores, pero en este caso sin la necesidad de un cobro mensual, el Boncer 2021 (TC21) rinde actualmente un 6,2%.

Si el inversor tuviera un perfil moderado, el Discount en Pesos (DICP) además de otorgar la atractiva TIR de 7,3% su Duration Modificada de 7,3 lo hace muy sensible a escenarios de compresión de spread de tasas de interés en los que otorgaría interesantes ganancias de capital. Para muestra de esto basta ver la suba del 16,69% de la semana pasada, quedando aún gran espacio para la reducción de spreads (estos bonos llegaron a cotizar debajo de 4% de TIR a comienzos de año).

Por último, para perfiles agresivos el Par en Pesos (PARP) rinde hoy 7,80% y su Duration Modificada de 11,8 lo hace aún más sensible a los cambios en las tasas reales (suba del 23,46% la semana pasada).

 

Nota Publicada por El Economista – 24/09/2018

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Matias
lunes, 17 septiembre 2018 / Publicado en Prensa

La lebac perderá contra la inflación en septiembre

La semana pasada volvió a tratarse de una en la que vimos que el dólar subió. Sin embargo, hacia el final de la semana y, sobre todo el día viernes, comenzó a notarse una importante recuperación en el precio de los bonos. Esto pudo verse de manifiesto en una importante caída del riesgo país.

A su vez, bonos como el AY24, que fueron muy castigados y cuyo precio había llegado a cotizar hasta casi los u$s 92 hace unas semanas, pudieron cerrar muy cerca de los u$s 100.

Por el lado de las acciones también comenzó a observarse una recuperación, al menos en el índice medido en pesos. Se pudo observar que finalmente se pudo superar y cerrar la semana por encima de la tan importante marca de los 30.000 puntos. Desde el punto de vista del análisis técnico se trata de un valor importante ya que, además de la importancia de los números redondos, se da un cruce del canal alcista de largo plazo y también estaría pudiendo posicionarse nuevamente sobre la media móvil de 200 ruedas.

Hacia adelante, los factores decisivos a monitorear para terminar de torcer la balanza serán varios.

En lo inmediato, el resultado de la licitación de Lebac de mañana y el impacto que tendrá en la cotización del dólar en los próximos días los fondos que no sean renovados (recordemos que el BCRA continúa en su proceso de reducción de las Lebacs ofrecidas).

Después, y más importantes aún, los 2 eventos que marcarán la agenda del mes de septiembre y los movimientos de los mercados serán el tratamiento del Presupuesto 2019 en el Congreso y las negociaciones por el adelanto de fondos por parte del FMI.

En el caso del Presupuesto, fue bien recibido por el mercado la presencia de Urtubey en la Conferencia de Prensa en que se comentaron los avances. Esto fue leído por los inversores como una muestra de gobernabilidad.

A su vez, por el lado del FMI, el anuncio de que no se estarían recibiendo los u$s 3.000 millones que debían llegar esta semana encendió alarmas al principio pero que rápidamente fueron apagadas con el comunicado por parte del Gobierno a que esto se debía a que se estaba negociando un paquete más amplio y completo, por lo que no tenía sentido recibir ese desembolso en medio de la negociación.

La Lebac no termina de ganarle a la inflación

En el día de mañana se estará realizando una de las últimas licitaciones de Lebac abiertas al público minorista.

De ser estrellas en 2016 y 2017, pasaron a estar estrelladas claramente en 2018.

Si uno compara su resultado con el dólar, han generado para sus ahorristas pérdidas superiores al 40% en dólares en lo que llevamos del año.

Pero no sólo contra el dólar han perdido, si hacemos un comparativo con la inflación mes a mes, en lo que llevamos de 2018 solamente sirvieron para cubrirse de la inflación en los meses de enero, mayo y julio:

A su vez, si uno buscara adelantarse a los números que surgirán de esta misma comparación en el mes de septiembre no caben dudas de que la Lebac perderá contra la inflación en septiembre.

Las consultoras estiman que la inflación de septiembre será cercana al 6%. Habiendo sido el resultado de la licitación pasada de Lebacs del 45% y transcurriendo 18 días del mes de septiembre con esta tasa (quienes licitaron el mes pasado), necesitarían una tasa del 120% en la licitación para poder conseguir ese 6% mensual que les permita no perder contra la inflación (algo de nula probabilidad de ocurrencia).

En ese sentido, aquellos inversores que aún estén utilizando a la Lebac como herramienta de inversión podrían encontrar en otros instrumentos mejores perspectivas para sus ahorros. Dentro de este menú, para los más conservadores posicionarse en bonos en dólares de corto plazo como el Bonar 2018 (AN18), cuyo vencimiento es a fin de noviembre de este año, o las Letes podrían ayudarlos a atravesar este difícil momento.

Por el lado de las inversiones en pesos, los bonos con ajuste por inflación se espera que en los próximos meses paguen interesantes cupones (fruto de esta aceleración inflacionaria). A su vez, también podrían entregar interesantes ganancias de capital luego del mes de diciembre (mes hasta el cual el BCRA se comprometió a dejar su tasa de política monetaria en 60%) si se consiguiera estabilizar al dólar en torno a estos valores y, en gran parte por la recesión, la inflación comenzara a frenarse permitiendo bajar la tasa real que ofrece el BCRA.

 

Nota Publicada en El Economista – 17/09/2018

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Matias
lunes, 10 septiembre 2018 / Publicado en Prensa

Para recuperar lo perdido en dólares, hay que invertir en acciones

Luego de un cierre de agosto turbulento y un septiembre que comenzó en la misma tónica, el mercado cambiario pareciera comenzar a tranquilizarse en los últimos días y con él el ánimo de los operadores.

En medio de una semana en el que los mercados externos estuvieron a la baja (sobre todo en el caso de las acciones tecnológicas con sus ejecutivos desfilando por Washington), el Merval pudo comenzar a revertir su situación para cerrar la semana a las puertas de los 30.000 puntos.

Este valor es muy importante, ya que de superarlo estaría logrando abandonar el canal bajista en el que se ha visto sumergido desde el mes de febrero.

Como dato de color de la semana podemos mencionar el caso de las acciones de Banco Supervielle (SUPV) que, luego de haber caído más de un 30% el 24/08 cuando se presentó su balance, ya se encuentra cotizando en BYMA nuevamente por encima de su valor previo a esto.

Pérdidas en dólares para todos

Si uno hace un balance hasta aquí del rendimiento observado en dólares por los instrumentos más utilizados por los inversores argentinos, todos han tenido pérdidas.

Los bonos del tramo corto de la curva como el Bonar 2020 (AO20) hasta aquí llevan perdido el 9%. Para quienes invirtieron en bonos del tramo medio de la curva como el Bonar 2024 (AY24) las pérdidas ascienden al 14% y, si nos extendemos en duration, encontramos al Discount en dólares (DICA) con una pérdida del 28%.

En el caso de los inmuebles, si bien es mucho más difícil establecer un patrón común en la variación de su precio que en el caso de los activos financieros al no tener un mercado líquido y transparente, el mercado se encuentra muy parado. Sin embargo, para aquellas operaciones que se están concretando, fuentes del sector aseguran que la caída de precio en dólares en promedio es del 15%, llegando a observarse caídas de hasta el 30% según la urgencia del vendedor.

En el caso de las Lebacs, tan promocionado la inversión en ellas como la Bicicleta Financiera (o el carry trade en la jerga búrsatil), la pérdida para quien rolleo la Lebac corta a lo largo de todo este año es del 36%. Claramente la bici chocó.

Lo mismo podemos decir de los bonos con ajuste por inflación largos. La fuerte suba de las tasas de las Lebacs buscando otorgar una renta real mayor afectó el precio de los bonos como el Discount en pesos (DICP) que sufrieron caídas del 54%.

Párrafo aparte merece el caso de las acciones argentinas. Luego de varios años de grandes subas, este año vienen sufriendo una gran corrección que las ha llevado a cotizar en los mismos niveles medido en dólares previos al triunfo de Macri en las elecciones presidenciales de 2.015.

 

Si uno lo mira desde el lado de quién ha buscado ganarle a la inflación, allí el resultado ha sido distinto. Es que si uno lo mide en términos de dólares y aunque suene alocado decirlo, la Argentina ha tenido deflación. En dólares claramente, repito.

¿Cómo recuperar el terreno perdido?

Hasta aquí, el duro año que han pasado los inversores. Pero… ¿qué hacer de aquí en adelante? ¿Cómo recuperar el terreno perdido?

Bueno, si uno buscara recuperar estas pérdidas por el lado de los bonos, claramente sería necesaria una fuerte caída del riesgo país que venga de la mano de mejores perspectivas futuras para la Argentina. Sin embargo, si ese fuera el caso hay otro tipo de activos que reaccionarían de una manera mucho más rápida y agresiva frente a este cambio de escenario: las acciones.

Las ganancias que se buscarán conseguir en dólares son de una magnitud importante por lo que, en el caso de perfiles moderados a agresivos y que dispongan de un horizonte de inversión más largo, incrementar la participación de las acciones argentinas en estos precios aún de remate podría incorporar los anabólicos necesarios a una golpeada cartera con mayor parte de bonos en dólares.

Claramente no se trata de una situación sencilla, pero la fuerte devaluación y lluvia mediante, se podría comenzar a ver una mejora en la actividad económica de Argentina hacia la segunda mitad de 2019, algo que comenzó a ponerse en precios de las acciones argentinas la semana pasada.

 

Nota Publicada por El Economista – 10/09/2018

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Matias
lunes, 03 septiembre 2018 / Publicado en Prensa

¿Cómo funcionan las opciones sobre futuros de dólar?

El jueves pasado mostró la segunda mayor devaluación porcentual del peso en un día desde la salida de la Convertibilidad (la primera fue la salida del cepo en 2015).

Desde esta misma columna, la semana pasada escribíamos que el Gobierno debía decidir si iba a priorizar contener al dólar o buscar una reducción del Riesgo País, ya que conseguir ambos objetivos dado lo complicada de la situación era imposible. Y como, según cuál objetivo el inversor considerara, podría conformar una cartera.

Según lo observado en el actuar del BCRA el pasado jueves (o la casi nula actuación, mejor dicho), queda en evidencia que el Gobierno no buscará quemar reservas para defender un tipo de cambio que parecía aún no conformarle al mercado y se buscará priorizar bajar el Riesgo País de Argentina que llegó a coquetear con el valor de 800 puntos en los peores momentos del día de jueves.

Frente a este escenario, posicionarse con cautela en bonos como el AY24 (que a partir del año que viene comienza a amortizar capital) y el DICA podría recompensar a inversores pacientes que piensen que el Gobierno tendrá éxito en la reducción del riesgo país. De esta manera no sólo obtendrían interesantes cobros de renta (TIRs cercanas al 12% al cierre del viernes para ambos bonos), sino también el potencial de jugosas ganancias de capital.

¿Se detiene la suba en el dólar?

El movimiento observado el viernes en la divisa norteamericana sembró la duda en muchas inversores respecto a si los valores observados el jueves implicaron un overshooting o si todavía queda espacio para la suba.

Por lo pronto, la caída desde casi los $42 a los $37 intentó aleccionar a los ahorristas de que lo piensen dos veces antes de pagar cualquier valor por el dólar porque el valor de la divisa también puede caer, algo fundamental para frenar la corrida. Es que quién compra dólares debe tener al menos un pequeño grado de incertidumbre de que puede perder dinero al hacerlo, sino seguirá comprando a cualquier precio.

La gran duda que existe hoy entre los inversores es si el Gobierno podrá contener al dólar en estos niveles o no. Al menos esto consiguió con el retroceso en el precio del viernes.

Para inversores más sofisticados, existen en el mercado de capitales herramientas que permiten posicionarse con una pequeña porción de capital en derivados que replican la evolución del dólar.

Dentro de estos, podemos destacar como los más utilizados a los contratos de futuros de dólar. Aquí dejando en garantía otros activos (bonos, acciones, Lebacs, entre otros) por un equivalente a entre el 10 y 15% del valor cubierto, dependiendo el aforo que aplique sobre el activo en garantía, el inversor puede asegurarse un precio de dólar por plazos que van desde el mes hasta casi un año.

Algo a tener presente aquí es que el valor del contrato de dólar futuro tiene una tasa de interés implícita para el precio de cada mes, dato a monitorear a la hora de elegir la posición. Por otra parte, otro factor a monitorear por quien adquiere un futuro es que el mismo liquida todos los días la diferencia en la cotización del futuro en pesos, por lo que será importante tener adicionalmente pesos líquidos en la cuenta para cubrir estos saldos en caso de que el precio de la divisa caiga.

¿Se puede limitar la pérdida ante un retroceso del dólar?

Pero frente a este nuevo escenario de incertidumbre respecto a si el dólar habría alcanzado su techo, muchos inversores en los últimos días consultan si existe “algún tipo de seguro” que se active en caso de que el dólar suba pero que si no lo hace no los obligue a cubrir las diferencias diarias e ir asumiendo pérdidas todos los días como lo hacen los futuros de dólar.

Bueno, existe un instrumento así, aunque aún no goza de gran liquidez en el mercado.

Me estoy refiriendo a las opciones calls sobre futuros de dólar que cotizan en Rofex.

Estos sofisticados derivados financieros permiten al inversor pagar una prima (de alrededor del 5% del precio del futuro) por la cual se garantizan el derecho a comprar el contrato de dólar futuro a un determinado precio.

Si el dólar no sube o cae, el inversor sólo perderá la prima que pago como máxima pérdida posible (una ventaja respecto a la compra directa del billete o del futuro de dólar en donde la pérdida puede ser hasta el valor al que caiga en pesos la cotización del billete).

En cambio, si el dólar subiera este Call comienza a subir en su cotización y también otorga el derecho a comprar los contratos de dólar futuro al precio prefijado (un call representa un contrato).

Tal como lo hace un seguro, si no lo usamos perdemos la prima pero si el evento sucede nos cubre del evento. Bueno, si el dólar no sube perdemos la prima pagada por el call pero si lo hace acompañamos ese movimiento.

Factores a considerar al comprar un call de dólar futuro

Hasta aquí suena como el instrumento perfecto para dejar una pequeña porción de nuestro capital que defienda nuestros ahorros en un escenario en donde el dólar continúe su alza. Sin embargo, hay algunos factores que el inversor debe considerar.

El primero de ellos es la escasa liquidez con la que cuenta este instrumento. Si uno mira las puntas compradoras y vendedoras los spreads entre ambas son enormes, por lo que se aconseja consultar a su Productor Búrsatil o Asesor Financiero antes de ejecutar la operación. Sin embargo, Rofex actúa de Market Maker en este tipo de instrumentos, buscando que estas puntas existan.

A su vez, un dato no menor a considerar es que cuando la opción Call se encuentre “In the Money” (esto significa que el valor de ejercicio está por debajo del precio que actualmente se encuentra en mercado, por lo cual es ejercible), el Call comienza a liquidar las diferencias diarias, por lo que a partir de allí comienza a comportarse como un contrato de dólar futuro.

Por último, y a diferencia de lo que sucede con los contratos de futuros donde existe la posibilidad de comprar contratos que vencen hasta casi dentro de un año, en el caso de los calls de dólar futuro por lo general sólo operan del mes actual y, hacia mediados del mes, el del mes siguiente.

Se aconseja antes de utilizar este tipo de instrumentos informarse respecto a su funcionamiento y asesorarse correctamente. Es un camino más largo, pero puede otorgarle grandes satisfacciones.

 

Nota Publicada por El Economista – 03/09/2018

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Matias
lunes, 27 agosto 2018 / Publicado en Prensa

El Mercado Argentino se hunde mientras el mundo marca nuevos récords

La semana que pasó dejó claramente en evidencia que si se buscaba encontrar en el resto del mundo los responsables de la fuerte caída del mercado accionario o la suba del riesgo país se está errando en el diagnóstico.

Es que los índices norteamericanos tuvieron una semana en la que pudieron marcar nuevos récords históricos (superando los valores observados en enero), Europa tuvo una buena semana y los mercados emergentes también.

Si ampliamos un poco el margen temporal del análisis, podremos notar en el gráfico a continuación donde se compara la evolución del índice Merval medido en dólares y el ETF que replica el rendimiento de una canasta de acciones de mercados emergentes (EEM: NYSE) que la Argentina acompañó los movimientos de este e incluso los superó luego del optimismo que despertaron las elecciones legislativas de medio término del año pasado. Sin embargo, a partir del mes de mayo (cuando se acentuó la corrida contra el dólar) el comportamiento claramente se disoció del que tuvieron el resto de los mercados emergentes. Paradójicamente esto se produjo cuando dejamos de ser mercado de frontera y pasamos a ser emergentes.

Dentro de la caída de acciones, la nota saliente la dieran las acciones de Banco Supervielle (SUPV) el día viernes con una caída del 30,77% en el precio de sus acciones, valor no observado de caída para acciones bancarias desde épocas de la crisis subprime o de la confiscación de los fondos de las AFJP. Entre los principales motivos, estuvieron un balance que no convenció al mercado al que se sumó un empeoramiento de los indicadores de morosidad de la cartera de préstamos de la entidad. Vale la pena preguntarse si el castigo no ha sido excesivo para una entidad que en el último tiempo amplió sus unidades de negocio con la adquisición de Invertir Online. Si uno mira indicadores de valuación como Precio/Ganancias o Precio/Valor Libro la acción luce extremadamente barata no sólo comparada con otros bancos de la región sino también con otros bancos argentinos. Pero como reza el refrán “flujo mata fundamentos” y en este momento el flujo de dinero de los inversores pareciera haberle bajado el pulgar a la acción de SUPV.

¿Priorizar el dólar o el riesgo país?

El debate que en estos momentos se están haciendo en el seno del gobierno es si priorizar la lucha por contener el dólar (buscando frenar la suba en la inflación) pero a costa de sacrificar más de los dólares de las reservas y de los provistos por el FMI, en medio de un contexto en donde todas las monedas emergentes están cayendo frente al dólar. Esta situación de caída de reservas haría subir el riesgo país frente a la menor capacidad de pago.

Por el contrario, si el gobierno quisiera recuperar parte del terreno perdido en Riesgo País este año pensando en la posibilidad de no depender exclusivamente del financiamiento por parte del FMI y de Organismos de Crédito Internacional, no sacrificar inútilmente reservas para contener un dólar incontenible en el mundo debería ser la clave.

Desde el punto de vista del inversor, anticiparse al comportamiento que tendrá el gobierno hacia adelante en este sentido puede resultar clave en la forma de conformación del portafolio.

Si el inversor considerara que el gobierno va a buscar contener el dólar y esto tendrá el consiguiente efecto de suba del riesgo país, debería sobreponderar en su cartera la participación de bonos muy cortos en dólares (para no sufrir tanto con la suba del riesgo país) como el Bonar 2018 (AN18) que vence en noviembre y tiene actualmente una TIR de 4,6% o incluso de las Letes en Dólares. A esto, con una participación menor frente al riesgo de que el gobierno no puede ejecutar su plan con éxito, las Lebacs otorgan una alta tasa de interés en caso de que el dólar no se mueva demasiado (algo que no ha venido sucediendo en este año con la sola excepción del mes de julio).

En cambio, si el inversor viera como más factible que el gobierno se focalice más en bajar el riesgo país y deje correr al dólar hasta alcanzar un valor en el que los inversores dejen de comprar, sería recomendable posicionarse en bonos en dólares de la parte media de la curva como el Bonar 2024 (AY24) o incluso el Discount u$s 2033 (DICA) con rendimientos de 10% y 10,9% respectivamente y una posibilidad de fuertes ganancias de capital en caso de que el gobierno tenga éxito en el proceso de baja del riesgo país.

Nota Publicada en El Economista – 27/08/2018

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Matias
martes, 21 agosto 2018 / Publicado en Prensa

¿Cómo ganar frente a una caída del Riesgo País?

Luego de un comienzo de semana en el que el riesgo país tocó su mayor valor de los últimos años (747 puntos el día lunes) y el dólar amenazó con volver a dispararse, una batería de medidas anunciadas por el BCRA (desarme de Lebacs y suba de encajes bancarios, las más destacadas) y el Ministerio de Hacienda (tendientes a reducir el déficit fiscal de 2018 y 2019) trajeron tranquilidad a un mercado de Renta Fija que comenzaba a otorgar valores mucho más propios de un país al borde de default y no de uno con la capacidad de pago actual de la Argentina.

Por un carril totalmente distinto se movieron las acciones argentinas, donde todavía los cuadernos parecieran estar pesando más en sus cotizaciones.

¿Cómo posicionarse ante una caída del riesgo país?

El castigo que vienen sufriendo los bonos argentinos desde el mes de abril (y que se aceleró en los últimos 2 meses) llevó a algunos bonos incluso cotizar por debajo de sus paridades.

Quizás el exceso de bonos emitidos en los últimos años y la mayor liquidez de estos terminó jugando en contra en un escenario en donde muchos fondos del exterior tenían que desarmar posiciones en bonos emergentes, donde claramente estaban sobreponderados en bonos argentinos. Si uno comparaba la tasa que llegaron a pagar los bonos argentinos con las de otros países de condición y calificación crediticia similar, claramente el castigo fue excesivo.

Pasado el temblor, esta semana se dio una caída importante en el riesgo país (cerrando la semana en 671 puntos luego del pico de 747 puntos) que generó ganancias importantes de capital para aquellos inversores que se animaron a comprar a esos valores.

Mirando hacia adelante, las TIR que ofrecen hoy los bonos son más que atractivas en la relación riesgo-retorno. Así, por ejemplo encontramos para perfiles conservadores un bono como el Bonar 2.020 (AO20) rindiendo 8% con una Duration de apenas 1,9. Para perfiles moderados, el Bonar 2.024 (AY24) rinde hoy 9,2% y su Duration es de 2,6. Por último, para perfiles agresivos, el Discount 2.033 en dólares (DICA) rinde 10,5% con una Duration de 6,4.

Pero en este momento más que nunca los inversores de Renta Fija no deben sólo mirar el rendimiento que les estarán otorgando los cupones sino también las posibles variaciones de capital frente a un cambio en las tasas de interés.

En la siguiente tabla se presentan las ganancias de capital que generaría para un inversor de estos bonos las posibles variaciones en el Riesgo País:

Así, por ejemplo, en un escenario en que el Riesgo País cayera a 570 puntos básicos (valor que teníamos a comienzos de mes), el AO20 otorgaría 1,82% de ganancia de capital en dólares, el AY24 2,52% y el DICA 6,38%.

Por su parte, si la caída del Riesgo País nos llevara a volver a los valores de mayo (en la zona de los 470 puntos), las ganancias observadas serían del 3,70% para el AO20; 5,16% para el AY24 y 13,39% para el DICA.

Por último, si el optimismo nos llevara a pensar que el Riesgo País podría volver a los niveles del mes de Enero (en torno a los 370 puntos básicos, momento en el que Caputo con un timing perfecto colocó u$s 9.000 millones de deuda), las ganancias serían del 5,64% para el AO20; 7,91% para el AY24 y 21,10% para el DICA.

Como se verá, las posibilidades de retorno son más que interesantes en este momento. Sin embargo, no se trata de un camino exento de riesgos y el inversor también debería considerar que una suba en el Riesgo País también podría golpear a los bonos.

Así, por ejemplo, si el Riesgo País tocara los 770 puntos básicos (valor que tocó por última vez en diciembre de 2014 en medio del conflicto con los fondos buitres y el default selectivo) las pérdidas de capital que arrojarían los bonos serían del 1,77% para el AO20; 2,41% para el AY24 y 5,82% para el DICA.

Nota Publicada por El Economista – 21/08/2018

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Matias
miércoles, 08 agosto 2018 / Publicado en Prensa

El que apuesta al dólar, en el largo plazo pierde

Muchos argentinos compran dólares para resguardar sus ahorros. No caben dudas de que este año ha sido buen negocio. Pero, si tengo que ahorrar por varios años, ¿me conviene?

 

Los argentinos no confían en el peso para resguardar sus ahorros. Basta con mirar la historia argentina para entender los motivos.

Un país donde la inflación acumulada entre el año 1.970 y 1992 llevo a que se eliminen 13 ceros (y quizás ya esté siendo necesario que se elimine alguno más) basta y sobra como razón para buscar otra divisa para ahorrar.

Y es en el dólar norteamericano donde la mayoría de los argentinos han encontrado su refugio. Pero… ¿es esto una buena decisión?

Al asumir al frente del BCRA, el ahora expresidente de la entidad, Federico Sturzenegger se había puesto como una de sus metas conseguir que los argentinos vuelvan a animarse a invertir pesos, que los bancos vuelvan a dar préstamos hipotecarios en pesos y que las propiedades se tasaran en pesos (o al menos en UVAs).

Lamentablemente todos sabemos cómo terminó su experimento. La inversión en Lebacs, que los medios denominaban “bicicleta financiera” y los especialistas “Carry Trade”, terminó muy mal. Una nueva devaluación hizo que los ahorros de aquellos que se animaran a apostar en la moneda argentina sufrieran un fuerte golpe y pérdida del valor de su dinero medido en moneda dura.

Y es aquí donde ciertas creencias universalmente aceptadas se arraigan aún más en el inconsciente colectivo argento: “el dólar siempre es una muy buena inversión”.

No caben dudas que en 2018 lo ha sido, basta con mirar los números. En lo que llevamos del año el dólar acumula una suba cercana al 46%.

Hasta junio según el Indec la inflación acumulada en el año era del 16%. Si a esto le sumamos la inflación estimada por consultoras privadas, nos arroja que estaríamos cerca de un 20% acumulado en el primer semestre del año.

Un número elevado y por encima de toda meta impuesta por el gobierno, no caben dudas. Pero bien por debajo de lo que ha subido el dólar en el año.

 

Desde la salida de la convertibilidad, pocos años le ganó a la inflación.

 

Pero cuando uno sale del cortoplacismo y piensa en cómo construir un patrimonio, no se puede basar en los resultados de un único año para tomar decisiones.

Al menos no sería lo más inteligente.

Si analizamos desde la salida de la Convertibilidad en el año 2.002, podemos llegar a la conclusión de que el dólar no sirvió para cubrirse de la inflación.

Si tomamos los 16 años cerrados (el 2.018 aún no terminó) podremos notar que sólo en 3 años (2.002; 2.012 y 2.013) el dólar subió más que la inflación (esto incluso tomando el valor del dólar blue durante el período del cepo cambiario). El 2.018 estaría siendo recién el 4to año en 17 en el que estaría sirviendo para al menos no perder poder adquisitivo.

Y si analizamos el período completo desde 2.002 hasta hoy, podremos observar que mientras el dólar subió un nada despreciable 2.614%, la inflación fue aún más alta subiendo un 2.942%.

 

Entonces, ¿en qué invertir en el largo plazo para ganarle a la inflación?

Bueno, derribado el mito de que con el dólar se le gana a la inflación, queda un vacío existencial donde uno se pregunta qué hacer con su dinero para no perder frente a la inflación. ¿Hay que caer en el consumo y comprar todos los bienes que podamos antes de que se desvalorice nuestro dinero?

Lamentablemente esa es la decisión que toma la gran mayoría de los argentinos.

Pero hay un pequeño grupo, menor al 1% de la población, que decide invertir sus ahorros en acciones argentinas.

¿Cómo le ha ido a este grupo desde la salida de la Convertibilidad?

Los números hablan por sí solos. Te los comparto en la siguiente tabla:

 

Allí podrás observar en cada año cuánto fue la inflación, cuánto la suba del dólar y cuánto el retorno del índice Merval (índice que mide el desempeño de las acciones argentinas).

Para hacerlo más sencillo a primera vista, utilice el criterio de semáforo en cada año pintando de verde al mayor valor, de amarillo al intermedio y de rojo al peor.

Así, podrás notar que hubo 3 años en que ni el dólar ni el Merval le pudieron ganar a la inflación: 2.007, 2.008 y 2.011.

Para los amantes del dólar como inversión, quizás les sorprenda observar que en 10 de los 16 años bajo análisis la divisa norteamericana es la peor de la tabla. Por el contrario, apenas en 2 años fue la mejor inversión (2.002 y 2.012). ¿Quizás está un poco sobrevalorado su concepto, verdad?

Pero vayamos ahora del otro lado de la vereda. ¿Cómo le fue al Merval?

Bueno, en 11 de los 16 años fue el mejor y sólo en 4 fue el peor de los tres. Pero lo que más debemos destacar para aquellos que buscan al menos conservar el poder adquisitivo de su capital es que en 12 de los 16 años el Merval le ganó al inflación. Podríamos decir que tuvo una tasa de efectividad del 75% de los años contra el apenas 19% del dólar.

Quizás te estés preguntando por la foto completa de todos estos años.

Bueno, si miramos el período 2.002-2.017, el dólar subió un 1.762% (el número que te mencioné antes llegaba hasta hoy) mientras que la inflación estuvo bien por encima de eso alcanzando un 2.623%.

Pero si el dólar quedó lejos de la inflación, ni que hablar de lo lejos que quedó del Merval.

Es que desde 2.002 hasta el año 2.017 el índice Merval acumuló una suba de 10.078%!!!

 

No es necesario ser millonario para invertir en la bolsa

Quizás después de ver estos números te sientas un poco deprimido pensando que la inversión en acciones argentinas con éxito es algo imposible para el argentino de a pie y que deberás resignarte a seguir perdiendo poder adquisitivo comprando dólares y sintiéndote como un buen inversor una vez cada varios años cuando se produzca una nueva devaluación.

Pero no es así. Hoy existen opciones que desde pequeños capitales te permiten comenzar a invertir.

Así que, ya sabés, si querés empezar a hacer rendir más tu capital y dejar de perder poder adquisitivo comprando sólo dólares, quizás empezar a mirar y comprender el mundo de las acciones sea una decisión que cambie tu vida financiera para siempre.

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Matias
miércoles, 08 agosto 2018 / Publicado en Prensa

Oportunidades de Inversión que surgen del REM

La semana pasada se dieron a conocer los resultados de un nuevo Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), en el que destacó un incremento en las expectativas de inflación para este año.

Mientras que en la encuesta del mes pasado se esperaba una inflación del 30% para 2.018, en este mes se aleja de dicho valor y alcanzó 31,8% según las estimaciones de los especialistas que consulta el BCRA.

Por otra parte, por el lado del dólar también se vio un incremento en el valor esperado hasta los $30,50 para fin de año. Esto a pesar de la caída de 5,26% que observó la divisa norteamericana durante el mes de julio, que pareció no tranquilizar a los especialistas.

Con estos números en mente, un inversor de Renta Fija podría armar su estrategia de inversión según los instrumentos que se beneficien más en cada escenario: bonos en dólares, Lebacs o bonos CER.

Sin embargo, hasta aquí las estimaciones del REM no han sido muy acertadas. Si bien sus números han estado más cerca de la realidad que las metas de inflación del gobierno, tampoco es que esto represente un gran mérito. Basta con mencionar que el REM de diciembre de 2017 (publicado en enero) mencionaba una inflación de 17% para todo 2018 (ya hemos superado ese valor en lo que llevamos del año) y un dólar a $20,40 para fin de año (que salvo un cambio rutilante de expectativas no estará ni cerca del valor con el que terminará la divisa norteamericana el año).

 

¿Y qué nos dicen los precios de los bonos?

 

Bueno, si al inversor no le alcanza sólo con los números reflejados por el REM, otra herramienta que tiene a mano es realizar la comparación entre las distintas curvas de bonos. De esta manera puede calcular cuáles son los valores implícitos en estas curvas que espera el mercado.

Así, por ejemplo, podemos comparar la curva de bonos soberana en pesos a tasa fija con la curva de bonos soberanos en pesos con ajuste CER. Del despeje entre ambas, podremos obtener la expectativa de inflación no sólo para 2018 sino también para los años siguientes.

De esta manera podemos observar que en principio el Mercado estaría casi comprando la declaración de Mauricio Macri que dijo que el año que viene bajaría en 10% la tasa de inflación, pero no su pronóstico para 2.020 de una inflación de un dígito.

Según se desprende de la comparación, el mercado esperaría un 29% de inflación para cerrar este 2.018, un 20% en 2.019 y un 16% en 2.020.

 

Entonces, ¿con qué nos quedamos?

Hay instrumentos que se benefician en cada escenario. Por ejemplo, un inversor podría preguntarse si la alta tasa de las Lebacs compensará la inflación en mayor medida de lo que podría hacerlo un bono CER. Y, en esta comparación entre el REM y la curva de bonos podremos notar que el REM espera cerca de un 32% de inflación y los bonos un 29%.

Si confiamos en las expectativas del REM, hoy el mercado nos da la oportunidad de obtener una ganancia adicional comprando bonos con ajuste CER, ya que la inflación implícita es menor en la curva de bonos.

A su vez, también podría el inversor mirar el precio del dólar futuro en Rofex para ver a qué precio podría comprar hoy en el mercado dólares al mes de diciembre y compararlo con las expectativas de los analistas.

Si bien el valor del dólar futuro no representa necesariamente el valor que el mercado espera para el dólar a fin de año (ya que tiene implícito también un componente por parte de la tasa de interés), sí muestra a qué precio podemos acceder hoy.

Y aquí también hay una diferencia entre el REM que espera un dólar a $30,34 para fin de año y el mercado de futuros Rofex que arroja un valor de $31,50 para la divisa norteamericano.

Entonces, un inversor que confiara en las proyecciones de los especialistas que participan del REM podría vender dólar futuro posición diciembre y beneficiarse con la caída que experimentaría en su cotización. Un trade sólo para valientes con los antecedentes observados en 2018.

Como se ve en esta nota, existen herramientas de análisis que pueden ser utilizadas por el inversor en el momento de armado de su portafolio. En este proceso, es muy importante que la conformación de la cartera contenga instrumentos que se beneficien en distintos escenarios (una cartera diversificada), ya que como quedó fuertemente en evidencia en este año el futuro es algo ciertamente impredecible en nuestro país.

Nota Publicada en El Economista – 06/08/2018

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