La semana pasada podríamos decir que fue relativamente positiva para la bolsa argentina. En medio de un contexto internacional de fuertes caídas en Europa y Estados Unidos (donde incluso los índices borraron todas las ganancias acumuladas en el año), las acciones argentinas pudieron mantenerse en sus valores y anotar una suba semanal del 2,35%.
Claro está que con la enorme caída medida en dólares en el año (más del 25% acumulado desde comienzos de año y cercana al 56% si lo tomamos desde el máximo valor alcanzado en enero) puede que indique que nuestro mercado ya se ha adelantado a la caída que empieza a verse en las bolsas del mundo.
Si indagamos entre las grandes acciones ganadoras de la semana, encontramos a los bancos con subas de hasta el 14,27% en el caso de Banco Macro (BMA), completando un podio de 3 bancos para las mayores subas de la semana.
Como contrapartida, las altas tasas de interés continuaron domando al dólar por una semana más, en la que experimentó un leve ascenso del 0,63% pero que se encamina a cerrar el mes de octubre con una caída del 10%.
¿Momento de bajas tasas?
Muchos comienzan a preguntarse si con la tremenda baja que ha tenido la divisa norteamericana no será momento de que el BCRA comience a bajar sus tasas de interés, para evitar una mayor recesión y dificultades en las cadenas de pagos de las empresas.
Sin embargo, ya en ocasiones anteriores en el BCRA se apresuró en bajar la tasa de interés (sobre todo cuando Federico Sturzenegger presidía la entidad) y se terminó generando un dólar más alto y mayor inflación. El trabajo debe realizarse con una precisión quirúrgica ya que sino volvemos nuevamente al punto inicial y termina siendo el cuento de nunca acabar.
Para poder avanzar con la baja de tasas existen al menos dos situaciones que podrían presentarse que lo habilitarían.
Por un lado, si el dólar llegase a tocar el piso de la banda (cercano a los $35) el BCRA quedaría habilitado para emitir pesos para comprar reservas. Y aquí podría utilizar distintas herramientas. Podría bajar el requerimiento de encajes a los bancos lo que abastecería a la demanda de circulante, que a su vez permitiría bajar la tasa de interés que pagan los bancos por sus depósitos. A su vez, también podría ir bajando la tasa de interés para que aparezca demanda genuina de dólares haciendo subir su precio y no sea necesario que intervenga comprando dólares.
En medio de este contexto, se nota un mayor apetito entre los inversores y empresas por las tasas de interés en pesos.
¿Impericia o desconocimiento financiero?
El stock colocado de plazos fijos subió a $1,3 billones, un 89% más que en enero. Esto como consecuencia de la fuerte suba de las tasas pagadas por los bancos, que consiguen de esta manera financiamiento para colocarlo a tasas incluso más altas a través de las Leliqs.
Si miramos las tasas ofrecidas por plazos fijos hoy en día, encontramos que la tasa Badlar (aquella para plazos fijos de más de $1 Millón de Pesos) se encuentra en 53,13% y la tasa TM20 (para plazos fijos de más de $20 Millones de Pesos) paga 57,50%.
Si bien son números elevados, el que tantas personas y empresas estén colocando su dinero en ellos habla del profundo desconocimiento financiero de los argentinos.
Es que la gran mayoría está colocando a plazos cortos como un mes. Y si convertimos esas tasas a números mensuales nos da 4,43% para la Badlar y 4,76% para la TM20. ¿Usted considera que la inflación de Octubre va a estar por debajo de esos valores para no haber perdido poder adquisitivo? ¿Y la de Noviembre?
Si en cambio hicieran estas colocaciones a plazos mayores (6 meses por ejemplo), donde se estima que el rendimiento real pueda llegar a ser positivo en esos niveles de tasas, se sufre la mayor debilidad de este tipo de instrumento: la inflexibilidad.
Si se desatara una nueva crisis cambiaria como la vivida a fines de agosto, el plazo fijo te deja atado hasta el vencimiento en el instrumento y sin posibilidad de poder pasarte rápidamente a otro instrumento dolarizado.
¿Qué alternativas dan más flexibilidad?
En la bolsa se puede invertir en instrumentos que otorgan un mayor nivel de flexibilidad y que permiten hacerse del dinero de manera mucho más rápida (incluso en el mismo día), pudiendo también colocarse a tasas en pesos.
Por ejemplo, bonos a tasas Badlar como el AMX9 que vence el 11/03/19 (pero que puede venderse antes de esa fecha) rinden hoy 64,5% (y acompañan la tasa Badlar más un spread). También existen instrumentos como el AF19 que paga inflación más 4,14% y que vence el 08/02/19.
Esto por no mencionar a las Lebacs que están próximas a desaparecer (en diciembre vencerá la última). En su reemplazo, las Lecaps adquieren cada vez más protagonismo, pagando según la última licitación una tasa del 59,82% para la que vence el 31/05/19.
Nota Publicada por El Economista – 29/10/2018