En medio de un contexto en que el dólar se encuentra a la baja (acumula una caída del 2,5% en el año), plazos fijos con rendimientos por debajo de la inflación y retornos de los inmuebles (medidos como el alquiler percibido menos gastos, sobre el valor del inmueble) en niveles históricamente bajos, los inversores más conservadores (esos de los que abundan en Argentina) se encuentran en una encrucijada al momento de definir dónde colocar sus ahorros.
Para estos ahorristas que buscan conservar el valor de su capital sin exponerse a grandes riesgos el mercado bursátil ofrece hoy instrumentos con interesantes rendimientos y un nivel de riesgo bajo.
El primero de ellos y más recomendado de ellos son las Letras del Banco Central (Lebacs) que en la última licitación efectuada a mediados de abril otorgaron una tasa en su tramo más corto (28 días) de 24,25% pero que en el mercado secundario ya están rindiendo arriba del 25%. Frente al rebrote inflacionario de los últimos meses el BCRA está utilizando nuevamente a la tasa de interés como principal instrumento para combatirla.
Con estos niveles de Lebacs, las colocaciones a Plazos Fijos Tradicionales pierden totalmente sentido tanto para inversores particulares como para empresas. Es que una diferencia de más de 5,5% rendimiento por un instrumento que es aún más seguro (no olvidemos que en un plazo fijo nuestra contraparte es un banco mientras que en las Lebacs la contraparte es quién tiene la máquina de imprimir pesos) parece suficiente para afirmar esto.
Adicionalmente, otro factor a ser considerado respecto de las Lebacs es que tienen un mercado secundario muy activo por lo que puede desarmarse la posición en cualquier momento sin necesidad de esperar al vencimiento (a diferencia del plazo fijo), contando con los fondos acreditados y disponibles en menos de 24hs. De esta manera, una empresa podría utilizarlo para una mejor gestión de tesorería, obteniendo una tasa atractiva para sus excedentes de corto plazo.
Pero más allá de que en este momento se encuentre muy golpeado, en una economía que ha sufrido tantas devaluaciones de su moneda como la nuestra, el dólar representa para muchos ahorristas una alternativa de la que es difícil desprenderse. Para estos casos, lo importante es entender que ya no sirve simplemente colocarlos debajo del colchón, sino que hay que buscar obtener una renta con ellos para no perder su poder adquisitivo.
En ese sentido y siempre pensando en inversores conservadores, esta semana el Ministerio de Finanzas estará licitando nuevamente sus Letes. Recordemos que este instrumento puede licitarse en dólares o en pesos (en este último caso con el beneficio de que se toma el dólar mayorista para la conversión). Los plazos licitados serán a 182 días y a 455 días, con tasas de rendimiento en dólares de 2,85% y 3,35%.
Debido a la alta demanda de estos productos en los últimos meses que llevaban a grandes prorrateos (uno pedía licitar USD 10.000 y le terminaban pudiendo entregar menos de USD 2.000 debido a la alta demanda, dejando el resto de los fondos en búsqueda de otra colocación), es que en esta ocasión el Ministerio de Finanzas decidió darles prioridad a los inversores minoristas (aquellos que liciten por montos inferiores a los USD 50.000) en la distribución.
Para aquellos inversores que no son de casarse con una moneda, por el momento la alternativa de invertir en pesos hasta la llegada de las elecciones PASO de agosto es la opción que aparece como la de un mayor retorno esperado, tanto al medirlo en dólares como en pesos ya que no se esperan grandes fluctuaciones en el tipo de cambio en los próximos meses. Entonces, un ahorrista de un perfil más moderado podría colocarse en pesos hasta mediados de julio para luego hacer el pasaje a dólares. En este caso se debe ser siempre consciente del riesgo que conlleva esta operación, ya que el dólar se mueve de a saltos y un mal timing puede llevar a perder la ganancia de meses en pocos días en caso de anticiparse la devaluación.
Nota Publicada por El Economista – 08/05/2017