En el día de hoy el Ministerio de Finanzas está realizando una nueva licitación de bonos en pesos a tasa fija. Se trata de los bonos del Tesoro con vencimiento en 2021 (TO21), 2023 (TO23) y 2026 (TO26).
Una vez más, el Ministro de Finanzas Luis Caputo hace gala de su experiencia como trader para encontrar el timing perfecto que le permita a la Argentina endeudarse al menor costo posible. Valoraciones aparte respecto a si la estrategia del endeudamiento es la correcta o incluso sustentable en el tiempo, se debe reconocer la excelente tarea que se viene haciendo desde este Ministerio. Es que conseguir demanda de bonos argentinos emitidos en pesos a tasas incluso debajo de la inflación proyectada no es una tarea sencilla, pero es lo más sano para las finanzas de un país: endeudarse en la moneda sobre la que se tiene un mayor control y en la que provienen la mayor parte de los ingresos fiscales con los que luego se afrontará el pago de capital e intereses.
Con gran parte del mercado internacional comenzando a tomar posición por la incorporación de estos bonos en el índice de bonos de países emergentes en moneda doméstica que elabora el JP Morgan a partir del mes próximo, Argentina está pudiendo desarrollar su plan de financiamiento para el 2017 con condiciones más favorables de las que se estimaba cuando el magnate republicano Donald Trump obtuvo la presidencia de los Estados Unidos.
Está claro que para el gobierno argentino estos bonos son más que convenientes, pero… ¿para los inversores también lo son?
Hasta aquí estos tres bonos son los de mejor rendimiento en lo que llevamos de 2017. El TO23 lidera el ránking de los bonos de mejor rendimiento con una ganancia acumulada en este mes y medio que llevamos del año de 15,31%. Lo secunda el TO26 con una ganancia de 13,87% y completa el podio el TO21 con un 10,19%. Si a esto le sumamos que en el mismo período el dólar cayó casi un 2%, el retorno en dólares conseguido con estos bonos resulta más que atractivo para los inversores de todas partes del mundo. A su vez, continuando con la perspectiva de un inversor internacional, si se espera que el dólar continúe bastante estable a lo largo del año, las tasas que tienen los cupones de estos bonos son casi irrepetibles a lo ancho del globo.
Sin embargo, si el análisis es efectuado por un inversor local, aquí el análisis es ya otro. Es que el rendimiento de los cupones de estos bonos se encuentra bastante por debajo del que otorgan otros instrumentos también a tasa fija en pesos como las Lebacs. En este caso, la apuesta sería a una reducción de las tasas que conduzca a una apreciación del capital. Pero pensar que un bono en pesos a diez años en tasa fija pueda rendir muy por debajo del 14% actual como para continuar invirtiendo en él es algo sólo apto para perfiles de inversión muy agresivos y que sean muy optimistas respecto de la Argentina (necesitamos más de 3 años consecutivos de sólo segundos semestres). Para el caso de inversores más conservadores y que quieran continuar obteniendo tasas en pesos con rendimiento por encima de la inflación, pareciera resultar más aconsejable continuar licitando Lebacs, quizás ampliando el plazo en días al que se licita (algo que comenzó a notarse con más fuerza en la licitación de Lebacs realizada esta semana).
Nota Publicada por El Economista – 16/02/17