Dentro de los diferentes tipos de inversores, una clasificación ampliamente difundida es entre inversores pasivos e inversores activos. Los primeros, asumen que no pueden obtener un rendimiento mejor al del mercado o no tienen el tiempo para dedicarse a administrar de manera activa sus inversiones. Este tipo de inversor prefiere utilizar herramientas financieras que permitan seguir a los índices (como son los ETF´s que cotizan en la bolsa de los Estados Unidos o en menor medida los fondos comunes de inversión que siguen al Merval en Argentina), para que el rendimiento de su portafolio replique al del mercado.
En cambio, los inversores activos consideran que el mercado da oportunidades de poder comprar barato y vender caro, por lo que realizar un seguimiento periódico de las inversiones utilizando diferentes estrategias de inversión puede otorgar un rendimiento superior a la simple y sencilla compra de índices. Dentro de este conjunto de estrategias, encontramos a la inversión de acuerdo a los ciclos económicos como una de las más difundidas.
Según esta estrategia, en cada fase de los ciclos económicos (recesión, recuperación, expansión, recalentamiento y estancamiento) existen sectores que obtienen un rendimiento por encima de la media del mercado por lo que el inversor atento que logre identificar la fase del ciclo en que nos encontramos podrá obtener un mayor rédito de sus activos. A esto, hay que sumarle un factor adicional y es el de que los mercados suelen adelantarse entre 6 y 12 meses respecto de la economía de un país. De esta manera, según esta estrategia de inversión, la tarea del inversor que quiera batir al mercado radica en la identificación de en qué fase estima que la economía se encontrará en los próximos meses y encontrar los puntos de inflexión.
Así, por ejemplo, en momentos en que la economía está en una recesión próxima a acabar (¿la situación actual de Argentina?) conviene apostar por los sectores que más rápidamente reaccionan a la recuperación. Entre estos encontramos al sector de transportes (Autopistas del Sol, Grupo Concesionario del Oeste, Metrovías), consumo discrecional (IRSA y Mirgor, con la salvedad de los cambios en la política de importación que podrían impactar en esta última) y financiero (con varios bancos cotizando en el mercado, entre los que destacan Galicia, Macro y Francés).
En cambio, en momentos en que la economía no llega a detener la caída y continúa estancada, apostar por sectores más defensivos puede otorgar un mejor rendimiento. En ese contexto, el sector de servicios puede otorgar buenos retornos. Si consideramos la fuerte distorsión en el mercado de las empresas proveedoras de energía, en la Argentina podríamos encontrar como principal referente de la estrategia de inversión en servicios como medida defensiva a la acción de Telecom (TECO2), que luego de haber transitado el proceso de su OPA (Oferta Pública de Adquisición) luce muy atractiva en su valuación.
Como se verá, hay sectores que tienen un desempeño mejor que otros en cada fase del ciclo económico y los acérrimos defensores de esta modalidad buscan probar que una simple compra de índices no puede obtener mejor rendimiento que posicionándose en los sectores que resultarán ganadores del ciclo económico. Si bien cumplido el ciclo económico al mirar hacia atrás los sectores que la teoría marca como ganador son los que en la mayoría marcaba, lo difícil es lograr predecir el cambio de ciclo económico para estar posicionado antes de que este comience.
Nota Publicada por El Economista – 12/01/2017