Luego de encadenar 11 ruedas consecutivas al alza que lo llevaron a su récord histórico, el Merval se encuentra sumido en una fuerte corrección, ya 9% debajo del valor máximo alcanzado el pasado 25 de octubre.
Entre los fundamentals locales de esta baja, podemos encontrar que la disociación entre la economía real y el valor de las acciones era ya muy fuerte, más aún luego de conocerse los últimos datos de niveles de actividad y con sectores como la construcción que no pueden terminar de encadenar datos positivos de manera sostenible. Por otra parte, el BCRA manteniendo las tasas de Lebacs en los mismos niveles durante ya varias semanas con un rendimiento real positivo hizo que algunos inversores hagan caja de los grandes retornos obtenidos en acciones para hacer tasa mientras se aclare el panorama.
Sin embargo, al momento de encontrar los principales drivers de esta caída, la mirada debe girarse al plano internacional. Es que el Merval no es el único índice que ha venido cayendo en la última semana. Brasil, México, Europa, Estados Unidos y la lista sigue. El S&P500 acumula 6 días consecutivos de caídas, la mayor cantidad de bajas consecutivas desde el año 2011. Los commodities también han tenido su corrección, con el petróleo como máximo exponente volviendo a niveles de usd 45 luego de haberse encontrado por encima de los usd 50. La excepción en el caso de los commodities se puede encontrar dentro de los considerados activos de refugio como el oro y la plata que recuperaron parte de lo perdido en el último mes. La incertidumbre en torno al resultado de las elecciones en Estados Unidos del próximo domingo y la posible suba de tasas por parte de la FED en diciembre han incrementado la volatilidad en los últimos días (hecho que puede observarse en la suba del índice VIX desde los mínimos que se experimentaran en octubre).
Si complementamos el análisis fundamental con el análisis técnico, observamos que la fuerte tendencia positiva en que se encuentra el índice Merval en este 2.016 está siendo testeada en estos momentos, resistiendo por encima de la media móvil de 50 ruedas en el día de ayer desde la mitad de la rueda:
Quienes ingresaron al mercado recién en la última semana de la gran suba experimentada durante el mes de octubre, acumulan al día de hoy cuantiosas pérdidas en pocos días, pudiendo esto minar la moral del inversor a futuro. En estos momentos, como inversor lo más importante es tratar de dejar las emociones de lado y focalizarse en los presupuestos que tuvo la inversión desde un principio. Toda inversión en acciones conlleva un riesgo elevado, que se busca mitigar con el análisis para la selección de activos. Si los fundamentos de las compañías persisten y nuestro horizonte de inversión nos lo permite, uno debería permanecer en la acción hasta el límite máximo de pérdida establecido (stop-loss) de antemano (ya que en estos momentos uno puede verse impulsado a modificarlo), que se condecía con el nivel de riesgo que estábamos dispuestos a asumir.
Una situación completamente distinta se presenta para aquellos que vienen invertidos en acciones desde principio de año, donde algunas acciones se encuentran con ganancias superiores al 100% (incluso luego de esta corrección reciente).
En la siguiente tabla podemos observar el rendimiento acumulado de las acciones que componen el índice Merval en el año y desde el día del máximo histórico:
En el mercado suele repetirse a menudo el refrán de “comprar barato y vender caro”, pero luego las emociones suelen jugar una mala pasada que impide llevarlo a la práctica.
Las acciones hoy se encuentran claramente más baratas que hace una semana atrás. ¿Será este el momento de comprar barato? ¿O aún resta parte de la corrección y podrán comprarse a valores más bajos aún?
Nota Publicada en El Economista – 03/11/2016