Existen varios análisis que pueden efectuarse de las distintas alternativas que otorga el gobierno para quienes deseen adherirse al blanqueo. La primera decisión es si conviene ingresar o no, al mismo. En esto, dentro del contexto actual de mayor cruce de información y acuerdos de cooperación internacional en materia fiscal, lo más prudente por parte del individuo pareciera ser ingresar al mismo. A esto se suma la posibilidad inédita en éste blanqueo de que no es necesario repatriar los fondos por lo que, si uno no confía en la seguridad jurídica de la Argentina, tiene la posibilidad de seguir teniendo sus bienes en el exterior, pero ahora sujetos a derecho.
Tomada la decisión de blanquear, es importante que la persona tenga presente su perfil de inversión para definir el destino de los fondos. Es que en muchos casos se trata de los ahorros de toda una vida que incluso tuvieron su origen en empleos en relación de dependencia, actividades comerciales o profesionales que tributaron impuesto a las ganancias e IVA pero que fruto de la historia de nuestro país (corralitos, Bonex y otras) decidieron tenerlo fuera de sus declaraciones juradas de Bienes Personales (ya sea en cajas de seguridad o fuera del país). Para estas personas, verse de golpe con la urgencia de recuperar el 10% pagado en la multa obteniendo un rendimiento superior al 11% lo antes posible, puede obligarlos a tomar una de las peores decisiones económicas de su vida. En esto, conviene efectuar un análisis pormenorizado y asesorado por profesionales que puedan darle a entender las diferentes opciones y riesgos que cada uno de ellos implica.
Son muchas las variables a considerar, pero hagamos el ejercicio con al menos dos de ellos: perfil de inversión y horizonte de tiempo.
Comencemos con el perfil del inversor. En el mismo debemos observar nuestro grado de aversión al riesgo. Es cierto que una de las alternativas nos hace arrancar un 10% abajo, pero esto no debe llevarnos a tomar decisiones alocadas fruto de esta pérdida. Si nunca he realizado una inversión financiera, aventurarme en un bono a más de 15 años con la promesa de un rápido recupero de la multa, pero desconociendo los riesgos que el mismo conlleva puede terminar siendo una decisión de la que me arrepienta el resto de mi vida en caso de no presentarse el escenario ideal para dicho bono.
Por otra parte, el horizonte de tiempo es algo también a tener presente. Obtener ese 10% en un plazo rápido, nos lleva a invertir en instrumentos de alto riesgo. En un mundo donde las tasas libres de riesgo están cerca de cero, no resulta simple obtener tal rendimiento. Y por esto resulta clave medir el tiempo que tengo para recuperarlo. Hay inversiones que necesitan su tiempo para madurar.
Efectuando un análisis para distintos perfiles y horizontes de tiempo, un punto de partida del análisis de las distintas opciones podría ser el siguiente:
De la tabla se desprende que la opción del título a 3 años que permite no pagar la multa pero que otorga un cupón de 0% no estaría conviniendo para ningún tipo de inversor. Para decidir entre las opciones restantes, conviene hacer el ejercicio de identificar nuestro perfil y seleccionar la opción e inversiones que más se adecúen a éste, de ser posible con la ayuda de un asesor financiero profesional.
Nota Publicada por El Economista – 08/08/2016