Si observamos el recorrido que han tenido los activos argentinos en el último año se puede ver claramente como los inversores fueron utilizando distintos instrumentos para ir captando rendimiento en el camino de Argentina de ser acérrimos enemigos del mercado a una de las “niñas mimadas” de Wall Street.
El primer paso fue la búsqueda de apreciación en la renta fija soberana. Algunos inversores miran con algo de nostalgia cuánto rendían los bonos argentinos en dólares hace apenas un año: el Bonar 2017 (AA17) 9,30%; Bonar 2024 (AY24) 9,75% y el Discount 2033 (DICA) 10,15%. Es que un año atrás estábamos en default selectivo. Hoy para conseguir esos rendimientos hace falta abrir horizontes más allá de la renta fija. Y el camino de reducción de las tasas ha sido muy veloz y reportado grandes ganancias a quienes apostaron a esta compresión de spreads. Sin embargo, se observa en el siguiente gráfico como la reducción se dio de manera más rápida en el tramo corto de la curva. Si bien la situación de que los bonos de corto plazo rindieran casi lo mismo o incluso más que los de largo debido a la situación coyuntural de aquel momento (default selectivo), existen aún posibilidades de compresiones adicionales en los tramos medio y largo.
Luego de darse esta compresión de spreads, los inversores que buscaban valor adicional comenzaron a invertir en bonos provinciales y corporativos (donde el riesgo es mayor y la liquidez menor). Así bonos como los de la provincia de Buenos Aires o de empresas como Arcor, por citar algunos, empezaron a ser incluidos en una mayor cantidad de carteras.
Pero hacia principios de junio ya comenzó a verse a una mayor cantidad de inversores animándose a incursionar en el Merval, debido a que los bonos ya no entregaban los mismos rendimientos que hace un año. Y allí obtuvieron muy importantes rendimientos. De principios de junio a esta parte el Merval ha ganado casi 25%, con varias acciones con rendimientos incluso varios puntos por encima de éste.
Por último y para completar el ciclo, en lo que llevamos de julio se pudo observar mayor volumen operado de lo habitual en las acciones del panel general que fueron acompañados por un rendimiento sobresaliente en algunas de ellas. Aquí podemos observar las más destacadas:
Sin embargo, ya al encontrarnos buscando valor en el panel general la tarea se vuelve más ardua y demanda un mayor nivel de conocimiento por parte de quién invierte. Es que, al tratarse de acciones con menor liquidez, pueden ver su cotización influida con un pequeño número de operaciones. Tal es el caso de lo que sucedió con Petrolera del Conosur, una acción que en pocos días pasó de valer $2 a casi $14 para luego caer hasta ubicarse en las $4,50 actuales.
De aquí en adelante, la búsqueda de rendimientos demandará un mayor nivel de análisis por parte del inversor y una gran selectividad para identificar cuáles serán los papeles que se verán más beneficiados en esta nueva dinámica. Adicionalmente, resulta vital ser consciente del mayor riesgo que este tipo de inversiones tienen comparadas con la renta fija, por lo que el inversor deberá ajustar el porcentaje de su portafolio que invertirá en ellas de acuerdo a su perfil de riesgo y a su horizonte de inversión para que un buen análisis no se vea frustrado en la consecución del rendimiento por no haber podido esperar su correcta maduración.