Habiendo comenzado el tan esperado y anunciado segundo semestre los inversores tienen su GPS diciendo recalculando. Es que las Lebacs, más allá de su fuerte difusión mediática, hasta aquí han perdido por varios puntos frente a la inflación. Por su parte, el dólar ha tenido sus altibajos por lo que el resultado obtenido con la inversión en los mismos depende del momento en el que se haya ingresado. La carrera dólar versus tasas que tanto caracterizó al primer semestre está siendo dejada de lado por algunos inversores que de a poco comienzan a entusiasmarse con que la economía empiece a reactivarse y que los mayores beneficiados en este caso serían las acciones.
Quizás también la oferta de recompra de los cupones del PBI por parte del gobierno ayuda a fomentar este optimismo. Es que si el gobierno piensa que la economía se reactivará y que en 2017 se crecerá más del 3%, recomprar los mismos en este momento es una muy buena decisión. Comprar deuda cara, reemplazándola por deuda barata.
Dentro del universo de acciones, entre los sectores más cíclicos que se benefician cuando se reactiva la economía podemos encontrar a la construcción, el consumo y el sector financiero. Nos detengamos a analizar éste último.
Siempre se habla de que las acciones son una inversión a largo plazo. Quienes se anticiparon el año pasado al cambio de gobierno tomando posiciones en el sector bancario del panel líder pudieron beneficiarse de esto como se ve en la siguiente tabla:
Pero esto es ya historia pasada ¿Cómo están hoy los precios de las acciones de los bancos argentinos si las comparamos con sus pares latinoamericanas? ¿Conviene invertir en el sector bancario argentino?
Si miramos distintos indicadores podremos arribar a algunas conclusiones. Comenzando por la rentabilidad sobre el patrimonio (ROE) de los bancos, observamos que claramente los bancos argentinos son los de mayor rentabilidad de la región casi duplicando el resultado de sus pares latinoamericanos. Sin embargo, las conclusiones que brinda este indicador deben ser atenuadas por los efectos que la inflación genera en los mismos.
En segundo lugar, mirando los indicadores de Precio-Ganancias (más conocido como Price-Earnings) vemos que los bancos argentinos se encuentran en valores mucho más cercanos a los de los bancos de Chile, por encima de la valuación que se le asigna a los bancos brasileros y colombianos. En este indicador es importante tener presente que el mismo se calcula sobre las ganancias pasadas por lo que en caso de incrementar las mismas (como es la expectativa en este momento), debe subir el precio de la acción para mantenerse en un número similar.
Continuando con el análisis de indicadores, vemos que en el caso del precio/valor libro nuevamente los valores de los bancos argentinos están elevados. De todas maneras, la imposibilidad de efectuar el ajuste por inflación está impactando en el mismo.
Por último, la tasa de dividendos de los bancos argentinos se encuentra por debajo de la de otros bancos latinoamericanos. En este caso, de mantenerse los dividendos constantes, el precio de las acciones debería bajar para igualar la tasa promedio pagada.
Como se podrá ver, las acciones bancarias argentinas ya no se encuentran a precios de remate como lo estaban un año atrás, pero lo correcto de sus valuaciones también depende del crecimiento futuro del país. En caso de compartir el optimismo respecto del futuro, tomar posición en el sector bancario es una decisión que puede otorgarle un excelente rendimiento.
Nota Publicada por El Economista – 13/07/2016