En lo que llevamos del año, aquellos inversores que decidieron mantener su posición en dólares han sufrido una fuerte pérdida del poder adquisitivo de éstos. Es que la combinación de dólar a la baja e inflación elevada resultó un cóctel explosivo para toda inversión dolarizada (y ni hablar para aquellos que los mantuvieron sin generar ningún tipo de renta “debajo del colchón”).
Sin embargo, la extensa historia de crisis económicas en Argentina avala como prudente tener una posición en dólares dentro del portafolio de inversiones, pero en este contexto (y por qué no en casi todos) resulta imprescindible que los mismos generen una renta.
Para aquellos inversores que no quieren desprenderse de los dólares y que se sienten incómodos con irse a plazos largos, la semana pasada se sumó una nueva alternativa: la caución en dólares. Esta herramienta permite colocar los dólares ociosos a una tasa muy similar a la que pagan las Letras del Tesoro, pero por plazos tan cortos como 7 días. A su vez, los mismos cuentan con las garantías que otorga trabajar dentro del mercado bursátil (herramienta que no incumplió con sus pagos ni siquiera en la crisis de 2001 cuando vino el “corralito”).
Si nos ponemos en el lugar de un ahorrista que, más allá de las tasas en pesos (hoy en descenso) y el freno que ha sufrido el tipo de cambio, no desea desprenderse de sus dólares por un plazo mayor al año, las alternativas vigentes hoy en el mercado son las siguientes:
Observando la diferencia que existe entre los mismos vemos que no hay una gran diferencia entre el rendimiento que otorga extenderse en el plazo (menos de 100 puntos básicos), por lo que el inversor que decida estar más líquido para poder disponer de sus dólares en el corto plazo encontrará en la caución en dólares una herramienta muy útil.
Por otra parte, se observa como el Bonar 17 (AA17) ha perdido un poco su atractivo frente a las Letras del Tesoro, ya que no existe una diferencia sustancial en el rendimiento al compararlos. Sólo resultaría aconsejable para el inversor que considerara que Argentina continuará con un fuerte descenso de su prima de riesgo en el próximo semestre y que con el AA17 se garantiza estos niveles de tasa por un año, en lugar de por 90 o 167 días. Sin embargo, en caso de apostar por este escenario resultaría mucho más aconsejable invertir en el tramo medio de la curva (AO20 o AY24) y venderlos el año próximo cuando necesite de los fondos ya que de esta manera obtendría una mayor ganancia de capital por la reducción de la tasa de interés.
Para inversores que busquen un rendimiento mayor pero que también necesiten disponer de los fondos en un año existen alternativas dentro del segmento corporativo que pueden resultar interesantes. Por ejemplo, obligaciones negociables como Arcor 2017 (TIR 6,16%) o IRSA 2017 (TIR 8,61%) podrían servir como instrumento de ahorro. Ambas pagan tanto su capital como cupones en dólares billete y vencen en noviembre y febrero del año próximo, respectivamente. En estos casos es importante tener presente que las mismas cuentan con una liquidez mucho menor por lo que resultará más difícil su compra y/o venta, recomendándose su compra en caso de poder esperarlos a su vencimiento para no perder el mayor rendimiento debido a las comisiones de entrada y salida de los mismos.
Nota Publicada por El Economista – 21/06/2016