Numerosos economistas y analistas políticos sostienen que con el pago a los holdouts se cerró la primera etapa del gobierno de Macri. El levantamiento del cepo cambiario, el sinceramiento de las tarifas públicas, la salida del default, cambios en las retenciones a las exportaciones y en el sistema de importaciones constituyeron un primer paso “necesario pero no suficiente” para que la economía comience a andar. La opinión mayoritaria es que los meses más duros de la gestión estarían por terminar y que en el segundo semestre comenzarían a verse las mejoras.
Los mercados financieros suelen anticiparse a los acontecimientos. La exitosa colocación de deuda de la semana pasada es una clara evidencia de esto. Haber conseguido una oferta récord que permitió una rebaja en la tasa no se condice con la realidad actual de la Argentina: un país con una inflación récord en el mundo y con un nivel de déficit fiscal insostenible. Pero los mercados siempre miran hacia adelante y consideran que esta situación podría revertirse en el corto plazo.
Nuestro mercado cuenta con diversos instrumentos que están vinculadas a variables económicas y analizando los precios de los mismos es que podemos deducir los valores que los inversores les están otorgando a los mismos.
Comencemos por determinar la inflación. Si tomamos dos bonos con riesgo y Duration similar, pero uno que pague solamente tasa y otro que adicionalmente ajuste por CER podríamos estimar el valor de inflación que está asignando el mercado. Haciendo este ejercicio con el bono con vencimiento más próximo de los que ajustan por CER, el Bogar 2018 (NF18), y comparándolo con el Bonar 2018(AMX8) podemos ver que el spread de rendimientos entre ambos es de 36,5%, valor que los inversores están otorgando actualmente a la inflación.
Otro valor que podríamos sacar del análisis de los precios de los bonos en el mercado es cuál es el rendimiento que se está asignando a hacer tasa en pesos versus a hacer tasa en dólares. Si tomamos el rendimiento bono dólar linked Bonad 2016 (AO16) y le adicionamos la devaluación esperada en los futuros de Rofex para su vencimiento en octubre, estamos obteniendo una TIR en pesos anualizada de 35%. Por su parte, si tomamos la TIR anualizada de una Lebac por un plazo similar la misma actualmente es de 34,25%.
Un último cálculo que podríamos efectuar es si los inversores consideran que el dólar acompañará a la inflación. Esto lo podemos ver tomando el rendimiento del Bonar X (AA17) y el Bonar 2018 (AN18) como representativos del dólar y que actualmente rinden un 4,2% y 5,6% contra un bono que ajusta por CER como el ya mencionado Bogar 2018 (NF18) y que rinde un 4,74%. De esto podríamos deducir que el mercado estaría esperando que el dólar se mueva con la inflación en el futuro.
¿Servirán los precios del mercado como indicador de lo que se concretará en el segundo semestre?
Nota Publicada por El Economista – 25/04/2016