El evento financiero internacional destacado de la semana fue la mayor devaluación de la moneda de China de los últimos 20 años. La misma fue de un 4,5 por ciento en 3 días. Pero la devaluación del yuan no debe analizarse como un evento aislado sino dentro de un contexto en el que los países están utilizando la política cambiaria como herramienta para recuperar la competitividad de sus economías frente a un dólar que se fortalece.
A finales de 2014, el rublo ruso devaluó el 40 por ciento. Por su parte, en el último año el euro se depreció más de un 17 por ciento. Sin quedarse atrás, el real brasileño lleva más de un 30 por ciento en lo que llevamos del 2015. ¿Guerra de divisas en marcha?
Todo esto en un momento en que se viene dilatando la tan anunciada suba de tasas por parte de la Reserva Federal de los Estados Unidos. Es que con una inflación tan baja en su país y ante el fortalecimiento del dólar, no resulta aconsejable dirigir las tasas de interés en ése sentido.
Mientras tanto en la Argentina se mantiene una férrea defensa de que no se va a efectuar una devaluación. El gobierno anuncia que lo que sucedió con el yuan no nos afecta de ninguna manera pero horas más tarde comunica una nueva emisión de bonos dólar linked por 500 millones de dólares. Exactamente el 4,5 por ciento de los 11.000 millones del Swap. ¿Casualidad o causalidad?
Nota Publicada por La Voz del Interior – 16/08/2015